Dos de los Superestrellas que más falta le han hecho a WWE en los últimos meses son Randy Orton y Seth Rollins, quienes quedaron fuera de acción debido a lesiones.
En el caso de Orton, desde octubre se lastimó el hombro, y aunque en su momento se dijo que podría estar fuera hasta un año, el mismo luchador intentó desmentir esa información, lo cual, además de la polémica, llevó a especular que podría regresar mucho antes. Sin embargo, el mismo Orton dio a conocer que los médicos estiman que pasarán tres meses más antes de que pueda regresar a los rings. Con esto, podría estar disponible para Battleground, pero lo más probable es que WWE lo reserve para SummerSlam, evento que ya es tratado como la segunda WrestleMania del año.
En cuanto a Seth Rollins, quien quedó incapacitado por una lesión en la rodilla el pasado noviembre, también se ha hablado de un regreso antes de lo previsto, e incluso se llegó a especular que reaparecería en el pasado Raw. Pero Dave Meltzer, en la más reciente edición del boletín Wrestling Observer, dice que no hay que contener el aliento:
“Rollins estuvo en Dallas y aún cojea notablemente, así que probablemente no regresará pronto. Su retorno de cualquier forma se pospondría, debido a que tendrá que estar en New Orleans por varias semanas filmando una película de WWE llamada Temple, que será de terror, estelarizada por Wesley Snipes y Anne Heche.
“Para esta película, WWE se asoció con Erebus Pictures, la nueva compañía fílmica de Gene Simmons, de KISS. La trama gira en torno a un equipo de operativos del ejército que se ve atrapados dentro de un complejo militar desierto después de que su inteligencia artificial es desactivada, lo cual lleva al grupo a experimentar cosas horripilantes. Rollins interpretará a uno de los miembros del equipo”.