El juez del caso de Jon Jones terminó por ceder en el aspecto de darle un toque de queda al peleador y así cumpliera con un castigo debido a su mala conducta con un oficial de tránsito. La defensa de Jones explicó que esa medida interferiría con la preparación de “Bones” para la pelea que sostendrá con Daniel Cormier en UFC 197, por la defensa del cinto semi completo.
El juzgado aceptó la defensa e intercambiará la pena de Jones, para que llegue a full a su pelea con Cormier. Aunque eso no impidió que Jones fuera presentado con uniforme anaranjado y esposas a la hora de entrar a su audiencia.
Dado a que se llegó a un acuerdo, Jones ser liberado en el transcurso del jueves.
“Tómese esta advertencia en serio”, le pidió el juez a Jones.
Tras su incidente de abril de 2015, donde provocó un choque y huyó, dejando herida a una mujer embarazada. En septiembre se declaró culpable y desde entonces cumplía una sentencia de 18 meses de libertad provisional, donde no debía incurrir en ninguna falta para no pasar tiempo en prisión.
En enero, fue detenido por manejar sin licencia ni seguro, aunque se le permutó la detención por una donación a una causa altruista y le hicieron prometer que no incurriría en más faltas al reglamento de tránsito en al menos 90 días. Pero poco después se pasó una luz roja por participar en una carrera callejera. Aunque Jones negó los cargos, el oficial sostuvo que “Bones” incluso lo ofendió.
Pero igual que la vez anterior, le será imputada una pena menor, 60 horas de trabajo comunitario.
A Jones le sonríe la suerte en aspectos legales aun cuando debería pasar tiempo en prisión por violar su libertad condicional. Sin embargo, habrá que destacar que tiene un buen equipo legal, que de paso ha salvado el cartel a UFC, donde Jones será estelar en busca de recuperar el cinto que ahora posee Cormier y que nunca perdió en combate.