Emiliano Vargas era muy pequeño cuando su padre, el ex campeón Fernando Vargas, estaba en el ocaso de su carrera - y aun así - cuando se calzó unos guantes la sensación no le fue tan extraña.
A pesar de que las hazañas de su padre le fueron contadas, pues él tenía apenas tres años cuando El Feroz acabó con su carrera, cuando su padre lo llevó de la mano al gimnasio para que practicara boxeo para bajar de peso, el amor fue instantáneo.
“Yo pesaba como 70 kilos cuando tenía 10 años y por eso comencé a practicar. Pero cuando empecé ya no pude parar... Vaya, yo tenía fotos de cuando iba con mi papá al gimnasio y me la pasaba jugando entre los guantes, pero recuerdos de él no tengo demasiados. Pero aun así siento que ya viene en la sangre”, dijo en entrevista con La Afición el peleador que saltará al ring por segunda ocasión como profesional dentro del cartel que encabezan el monarca Zhanibek Alimkhanuly y la campeona Seniesa Estrada en Las Vegas.
Sin embargo, aunque la experiencia profesional está en plena construcción, Emiliano no puede ocultar el nivel de competitividad pues adelantó que uno de sus objetivos es coronarse campeón mundial a los 20 años, para coronarse aún más joven que cuando su padre ganó su primer campeonato mundial.
“A mí me encantaría ser campeón, es mi meta. Pero quiero hacerlo antes de alcanzar la edad de mi papá. Él se coronó a los 21 años cuando tenía 14 peleas y yo quiero cuando tenga 20”, dijo el peleador de 18 años.
El Feroz Vargas conquistó su primer campeonato en 1998 al vencer al experimentado Luis Ramón Yori Boy Campas por nocaut en siete rounds. Esa noche Fernando subió con 21 años y 14 peleas a vencer a un veterano de 72 triunfos y solo dos derrotas y se adueñó de la corona Superwelter de la Federación Internacional de Boxeo.
“Sé que estoy en una división muy competida (los ligeros) pero sé que tengo todo para ser una de las principales figuras ahí. Además, cuento con una ventaja que nadie tiene: en mi esquina está mi padre, con todo su conocimiento, con toda su experiencia y ambos tenemos una comunicación enorme y muy buena. Eso me llena de mucha paz cuando estoy arriba del ring pues es enorme la confianza. Disfruto mucho de subir al ring con mi papá quien me ha dicho que revive su carrera a través de mí”, finalizó Emiliano hermano de Fernando Vargas Jr. y Amado Vargas, quienes también incursionaron en el deporte de los puños.
Emiliano aseguró que ser hijo de una leyenda, un ex campeón mundial, genera una presión que puede estar en contra del peleador (razón por la cual siente que muchos hijos de campeones no llegan):
“Siempre me van a comparar con mi padre y mis hermanos, los fanáticos tienen derecho de hacerlo, de tener su opinión. Así será toda mi vida, toda mi carrera. Sé que con Dios y mi familia lo lograré. Las únicas opiniones que me importan es mi familia. Yo voy enfocado”, finalizó.
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