La noche de 26 de marzo, Kell Brook hizo la tercera defensa de su Título de Peso Welter. En fila, anteriormente acabó temprano con Jo Jo Dan y con Frankie Gavin.
No se esperaba que fuera diferente con su retador, Kevin Bizier, porque a pesar de que era su retador oficial, no se vio que estuvieran al mismo nivel boxístico.
Es bueno ver que en tiempos de que los campeones hacen lo que quieren, encontrarse algunos que sí cumplen con lo que las reglas marcan y les dan la oportunidad a aquellos que se la ganan a base de esfuerzo. Y eso no quita de Bizier no estuviera preparado para Brook.
Desde el inicio de la contienda fue evidente que la velocidad de Brook era más veloz tenía mejor frecuencia de golpeo. De la puntería ni hablamos, porque fue casi perfecta.
Acaso Brook habrá recibido un par de guantazos en el centro de la cara que no le presentaron más problemas. Kell supo colocar golpes con ambas manos, todos dirigidos a la cabeza, hasta se olvidó de golpear al cuerpo porque con la sola frecuencia de golpes tenía dominado a Bizier. El canadiense no podía hacer más que subir la guardia y cubrirse la cara para evitar caer noqueado.
Sin embargo, su defensa se derrumbaría poco después.
Con una feroz ofensiva montada en el segundo round, repitiendo lo que hizo en el primer round pero con un poco más de agresividad, Brook despachó de inmediato a Kevin.
Tras una serie de golpes lo envió a la lona. Bizier se puso en pie, pero poco le duraría el gusto pues con unos cuantos golpes en corto, el canadiense se fue a la lona. De primera impresión parecía que Brook lo había empujado, pero la duda se disipó cuando Kevin trató de incorporarse, pues estaba a medio camino cuando regresó al piso de manera descompuesta.
De modo que la pelea terminó temprano con victoria para el británico, quien necesita enfrentar a un buen nombre en peso welter, brincar una vez más el Atlántico para que su reinado tenga más peso, porque realmente el único de renombre a quien ha enfrentado fue a Shawn Porter, a quien le ganó de manera muy apretada.
Así que ojalá sea capaz de conseguir (bueno no él, su promotor) un combate de más altos vuelos.