—¿Por qué se habla otra vez en España de la Guerra del Fútbol? ¿Qué es lo que pasa con el nuevo reparto centralizado de los derechos de televisión?
—Porque de siempre, con este asunto, se arma revuelo. El caso es que de cuarenta y dos clubes sólo uno, el Real Madrid, parece que no está del todo de acuerdo.
—¿Y eso?
—Pues habría que preguntárselo al Real Madrid. Si supiéramos las razones por las que ha firmado un contrato con Telefónica en el mes de mayo, un acuerdo que yo calificaría al menos como extraño, pues eso nos ayudaría a salir de dudas. El Madrid, que es un gran club, también va creyéndose el adalid de la transparencia. Pero lo cierto es que el Real Madrid tiene otros intereses distintos a los de la Liga. Yo creo que lo que quiere el Real Madrid es seguir teniendo el control de todo el tema audiovisual.
—¿Entonces la discusión no es exclusivamente por dinero, sino también por cuota de poder?
—Puede ser una mezcla de dinero y poder, no lo sé. No está claro. Lo que está claro es que la mayoría del fútbol español está a favor de que la venta centralizada de los derechos de televisión empiece lo antes posible. Pero hay uno en contra, uno que por cierto tiene garantizados sus ingresos durante al menos seis temporadas más, según el propio Real Decreto que regula la venta centralizada de los derechos del fútbol. No veo normal lo que está pasando.
—El Madrid sostiene que las diferencias son por sus derechos internacionales, que es lo que ha vendido a Microsoft y que también son parte de su acuerdo con Telefónica...
—No sé exactamente qué ha firmado el Real Madrid. Pero son acuerdos que me resultan extraños, y así se lo he dicho al propio Real Madrid. Se dice que el acuerdo con Telefónica viene porque el Barcelona firmó uno similar con la misma empresa hace algunos meses. Y claro, ya sabemos que existe la teoría de que si el Barça tiene lo que sea, el Real Madrid también tiene que tenerlo. Tengo la sospecha de que todo el lío viene por eso.
—¿Tiene esperanza de poder llegar a un acuerdo con Florentino Pérez en este asunto?
—En el tema de la televisión no tenemos que llegar a ningún acuerdo con el presidente del Real Madrid, el acuerdo lo tendremos que lograr en todo caso con Telefónica. La Liga ya ha rescatado 38 clubes y faltan por rescatar cuatro más de Telefónica.
—¿Por qué le acusan a usted de echarse en brazos de Mediapro?
—Yo llevo en el fútbol desde el año 1998. Al principio decían que estaba en brazos de Mediapro, luego de Sogecable, luego otra vez de Mediapro... y venga con lo mismo. Es el típico argumento que utilizan los que no tienen otro argumento. Cuando se quiere mantener una posición de monopolio siempre se acusa al otro de venderse a los demás. Me voy a apoyar en el refranero: ‘Cree el ladrón que todos son de su condición’.
—Pero usted anunció un concurso para la venta de los derechos internacionales beneficioso para todos. Y, sin embargo, luego compareció en la Comisión Delegada con un contrato bajo el brazo asignado a Mediapro de seis años de duración. ¿Ha habido concurso para la adjudicación de los derechos?
—Mediapro no ha comprado los derechos internacionales, ha sido designada como agente para su comercialización. El proceso de venta de los derechos internacionales está abierto, y el que quiera presentar ofertas por uno o varios países o por los derechos de emisión para todo el mundo lo puede hacer. Ser agente de la Liga no es venderle los derechos. De los seis miembros de la Comisión Audiovisual de la LFP, cinco votaron a favor del acuerdo y sólo uno en contra. La Liga vende sus derechos, Mediapro es el agente y hemos rescatado a 38 clubes para tratar de obtener una plusvalía para el fútbol de unos trescientos millones de euros.
—La Liga ha convencido a Mediapro y a 38 clubes para aplicar la venta centralizada desde este verano, ahora les falta el visto bueno de Telefónica y del Real Madrid. ¿Cómo va a resolverlo?
—Con el Real Madrid no hace falta negociar porque la Liga ya tiene sus derechos nacionales e internacionales. Negociaremos con Telefónica y estoy convencido de que llegaremos a un acuerdo. No pueden dejar a cuatro clubes sin televisión y sin importantes plusvalías.
—La versión oficial del Real Madrid es que sus derechos internacionales los tiene pactados con Microsoft. ¿Cree que el club madridista estaría intentando proteger a su socio, interesado en retener este año su fracción en el pastel de los derechos? ¿Esto es así?
—Los derechos nacionales e internacionales del Real Madrid de la temporada 2015-16 los tiene la Liga, no Microsoft. Cuando conozcamos el acuerdo del Madrid con Telefónica tengo la sensación de que nos llevaremos alguna sorpresa. Espero equivocarme, pero creo que nos la llevaremos. Y por lo demás, ya lo dice usted en la pregunta: el Madrid defiende a su ‘socio’, Telefónica. Él sabrá lo que hace.
—¿Piensa que a partir de agosto ya se podrá poner en marcha el reparto centralizado o habrá que esperar más tiempo?
—Lo vamos a poner en marcha en la temporada que entra. Vamos a arrancar al menos con los 38 clubes que ya tenemos, aunque no descarto que sea con los 42 de Primera y Segunda. El modelo va a ir adelante porque el mercado lo reclama. Va a dar unas plusvalías importantes para el fútbol y va a funcionar. No tengo la menor duda.
—¿Es cierto que el Real Madrid sugirió a la Liga pedir un crédito de trescientos millones con tal de no adelantar un año la venta centralizada de los derechos televisivos?
—Sí que es verdad, y suena a chiste. Pero eso no puede ser y no será.
—En los dos años que lleva como presidente de la Liga de Fútbol Profesional ¿es éste el problema más serio que se ha encontrado en su gestión?
—Cuando llegué a la Liga me propuse tres objetivos concretos: el control económico, que está funcionando bien y dando óptimos resultados; la internacionalización de la Liga, que cada vez avanza más por el mundo con la política de horarios y el incremento de los derechos de televisión y la integridad de las competiciones, Los tres objetivos se han cumplido, y aún vamos a insistir más en ellos.
—¿Nos vamos acercando ya a la Premier inglesa?
—A pesar de las zancadillas que nos ponen desde fuera, por ejemplo con la prohibición de los fondos de inversión, vamos a crecer mucho en los próximos tres o cuatro años y nos vamos a acercar mucho a la Premier League. También a pesar de las zancadillas dentro de casa, con el tema de los derechos audiovisuales, con una empresa que roza el monopolio con el ochenta por ciento de los derechos, pero a pesar de todo ello, avanzamos.
—Pero la Premier tiene dos mil millones de euros anuales de ingresos más que la Liga. Así es muy difícil competir, ¿no?
—La Premier está sobre los 3.200 millones de ingresos anuales, incluyendo los derechos internacionales. Nosotros, con suerte, llegaremos a 1.200. Pero esperamos alcanzar los dos mil en un período de cinco años. Eso nos dejaría muy cerca de la Premier y en condiciones de competir con los ingleses. La diferencia entre ellos y nosotros es que ellos tienen quince millones de abonados a la televisión de pago y nosotros sólo cinco millones.
—¿Por qué cree que hay esa diferencia tan grande de abonados?
—La primera razón, porque somos menos habitantes, pero aún así porque creo que en España la política de la televisión de pago ha sido errónea. También es verdad que la Premier ha tenido más penetración internacional que la Liga, sobre todo en Asia. Por eso una de nuestras prioridades es trabajar el mercado asiático.
—Vamos a cambiar de tercio, como presidente de la Liga de España, ¿qué le parece todo lo que está pasando en la FIFA?
—Lo que más me ha sorprendido es que todo esto haya estallado tan tarde, porque en los corrillos todo el mundo sabía más o menos lo que pasaba. De todos modos, me parece que sólo hemos visto hasta ahora la punta del iceberg. Debe haber mucho más, sospecho.
—¿Qué le parece que Joseph Blatter, ahora, juegue a la confusión sugiriendo que a lo mejor continúa como presidente?
—Pues ya me pareció que dimitió sin dimitir. Que lo suyo tenía truco. Una dimisión que no se consuma de inmediato tiene trampa. El fútbol necesita una catarsis, que ya ha comenzado, pero no pueden hacerla los que ya estaban dentro. Tiene que ser gente nueva.
—De modo que de Ángel Villar, ni hablamos...
—Bueno, está en el grupo de los que llevan muchos años en la FIFA. Villar sigue encerrado en su castillo y pensando que él es el fútbol. La Liga también es Federación, y puedo decir que no estoy de acuerdo en cómo se gestiona esa institución. Creo que el fútbol español también necesita un cambio.