El último parte médico de Luis Andrés Quiñones dice que en la tomografía de control se "evidenciaron múltiples áreas de isquemia en el hemisferio cerebral izquierdo".
Desde el punto de vista estructural, significa que algunas zonas de su cerebro presentan daños en las neuronas porque se han quedado sin oxígeno, lo que se complementa porque en el mismo parte médico se deja claro que al analizar el flujo sanguíneo hacia este órgano este está reducido de manera significativa.
Todo este cuadro es consecuencia de un "hematoma subdural frontoparietal izquierdo", es decir, de una hemorragia que se acumuló entre las envolturas del cerebro "meninges" y la superficie de este órgano, derivado de traumas cerrados sobre su cabeza durante una pelea de boxeo.
Se sabe que por esta situación, Quiñones presentó, "después de unas horas del combate", somnolencia progresiva, obnubilación, composturas de descerebración de los estímulos centrales que clínicamente mostraron compromiso severo de las funciones cerebrales, situación que requirió manejo de urgencias que, además de ventilación mecánica para mejorar la oxigenación de sus neuronas, terminó en un procedimiento quirúrgico para retirar la sangre acumulada dentro del cráneo.
(Lea también: Luis Quiñones, con 'pronóstico muy reservado': primer parte médico de su salud).
Consecuentemente, Quiñones tuvo que ser llevado a un coma inducido, es decir, que se aplicaron medicamentos para disminuir la actividad cerebral al máximo y de esa manera proteger las neuronas en razón a que al disminuir su actividad consumen menos oxígeno y pueden mantenerse con más vitalidad.
De acuerdo con los médicos, el boxeador ha sido manejado de la manera adecuada, pero su evolución, dadas las características de las lesiones, no ha mostrado mayor recuperación, por lo que el último parte médico de la Clínica General de Norte deja claro que "el pronóstico es muy reservado para la vida, lo cual ha sido informado ampliamente a los familiares".
Sobra decir que el paciente se encuentra en cuidados intensivos, en donde se le aplican medidas terapéuticas y de soporte extremas, con el objetivo de cambiar hasta donde sea posible dicho pronóstico.
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