¿Existe algún equivalente en el deporte al de jugar dos partidos en tres días cruzando tres zonas horarias diferentes? "Quizás el Tour de Francia", responde Michael Young, experto en medicina deportiva. A comienzos de esta semana, investigadores y profesionales de este campo se reunieron (entre ellos miembros del staff del Manchester United) durante dos días en el norte de Inglaterra para comentar los últimos avances de cara a preservar la salud de los deportistas de élite a la vez que se busca maximizar su rendimiento. Dicha conferencia coincidió con la disputa del tercer partido de las Finales NBA.
Pero lo que realmente impresionó a los asistentes fue el esfuerzo sobrehumano que completó LeBron James. "Resulta incomprensible volar de Cleveland a San Francisco (un viaje de unas cinco horas) y luego jugar 50 minutos el día siguiente. Esto no se ve en cualquier otro deporte. El simple estrés del viaje puede ser perjudicial. A esto hay que añadir que en este momento los Cavaliers son prácticamente un equipo de un solo jugador y la carga física y mental que esto implica es simplemente algo brumador", explica Young.
"Llegados a este punto, todos los jugadores en la NBA se encuentran bajo una gran cantidad de estrés, pero lo de LeBron... jugar 46 minutos por partido con esos desplazamientos es un poco de locos. Es algo increíble, afrontar toda esa carga y seguir jugando a ese nivel", prosigue. Estas conclusiones le llevan a equiparar su esfuerzo con el de correr un Tour de Francia, aunque aclara que "en el ciclismo no hay un impacto físico en el cuerpo como en el baloncesto". "La carga de trabajo es bastante más grande en el Tour, pero no se reciben unos folpes constantes. Esto juega un papel fundamental a la hora de explicar el cansancio que LeBron está experimentando", concluye en unas declaraciones recogidas por ESPN.