1. Preparación
No hubo exigencia en los amistosos antes de la competencia. Colombia eligió a Baréin, Kuwait y Costa Rica como examinadores y los resultados no fueron los deseados. Falló Pékerman y falló la Federación.
2. Conformación de la nómina
Más allá de las lesiones de Guarín y Aguilar, que se produjeron cuando estaban en la lista de 30, el criterio para elegir la convocatoria dejó algunas dudas por el llamado de futbolistas que venían de lesiones y no tenían continuidad en sus clubes (Zúñiga, Armero, Valdés...) y la no presencia de otros jugadores que podían ser útiles en ciertas posiciones (Francisco Meza, Daniel Torres, Darwin Quintero, Macnelly...).
3. Pékerman
El entrenador argentino tiene su cuota de responsabilidad en lo sucedido en Chile 2015, no solo por lo mencionado en los puntos anteriores, sino por el planteamiento que eligió para el juego frente a Argentina y por algunas decisiones que generaron inquietudes y polémicas, como por ejemplo: ¿por qué improvisar a Santiago Arias como lateral izquierdo si había llevado un suplente (Darwin Andrade) para esa posición?, ¿si Pedro Franco podía dar una mano en la labor de marca ante la sanción de Sánchez y la lesión de Valencia, por qué no fue tenido en cuenta frente a Argentina? ¿No era suficiente con Falcao, Jackson, Bacca, Teo e Ibarbo para el ataque? El cupo de Muriel se hubiera aprovechado mejor llevando otro volante.
4. No hubo equipo
La principal virtud en Brasil 2014 se convirtió en el mayor defecto en Chile 2015. Salvo algunos pasajes del partido contra los brasileños, Colombia nunca mostró un equipo en la cancha. El ADN del Mundial se extravió. No hubo identidad en el estilo, ni patrón en el juego. La selección que terminó quinta en la Copa del Mundo, gracias al fútbol colectivo y solidario, brilló por su ausencia.
5. James y Falcao
Las dos figuras no aparecieron. El 10 del Real Madrid tuvo un flojo desempeño en los cuatro partidos que disputó; las asistencias fueron escasas y los goles no llegaron. El Tigre, que tampoco marcó, reflejó la mala temporada que tuvo en el Manchester United. Las dos estrellas colombianas exhibieron un bajo rendimiento en la Copa y eso contagió a otros referentes, como Cuadrado, Teo, Zúñiga y Armero.
6. El gol
Un solo festejo en 360 minutos disputados de la Copa es malo. Pero más grave fue que lo haya provocado un defensor central (Jeison Murillo a Brasil). En tres partidos Colombia no marcó y lo peor es que las opciones tampoco se generaron. ¿Malos planteamientos? ¿Mala elección de la estrategia? ¿Ausencia de variantes en ataque ¿Falta de volumen ofensivo? ¿Falencias en la zona de creación? Razones, muchas; anotaciones, pocas.
7. Juego sucio
A la Colombia de Pékerman siempre se le caracterizó -y exaltó- por su pulcritud en el manejo de la pelota y la recuperación de la misma. Del premio 'Fair Play' recibido en Brasil no quedó nada. Colombia no solo pegó mucho y cometió más de 70 faltas, sino que protagonizó la trifulca del certamen (la de Bacca, después del partido ante Brasil). El resultado de ello fueron las 12 tarjetas que recibió (11 amarillas y una roja). Jugadores tradicionalmente serenos, como Bacca, James, Falcao y Cuadrado, se contagiaron del juego brusco y perdieron el control.
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