El promotor del campeonato (Dorna), con su CEO Carmelo Ezpeleta, la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), a través del presidente Vito Hipólito, y la asociación de equipos del Mundial (IRTA), mediante su presidente Hervé Poncharal, han dado luz verde oficial hoy en Assen al proyecto 2017 para MotoGP. Se trata de un acuerdo con los integrantes de la Comisión de Grandes Premios, en la que están los estamentos ya citados más la asociación de fabricantes (MSMA), que garantiza la estabilidad del campeonato a nivel económico, técnico y competitivo durante cinco temporadas en el periodo comprendido entre 2017 y 2021, ampliándose además el calendario del campeonato en ese lustro de 18 a 20 grandes premios.
Las líneas maestras del acuerdo son las mismas que ya adelantó Carmelo Ezpeleta en su visita a la Redacción de AS el pasado mes de marzo, informando ahora también de las cifras. “Se ha firmado un acuerdo con validez de 2017 a 2021 por el cual habrá 24 motos en la parrilla de MotoGP con seis marcas que, por orden alfabético, serán Aprilia, Ducati, Honda, KTM, Suzuki y Yamaha, de las cuales doce serán oficiales y doce satélites. Cada marca estará obligada a hacer cuatro motos, dos de cada, pero si no encontrase quien quisiera sus satélites habrá marcas que puedan hacer un máximo de seis.
Estas motos satélites tendrán un precio máximo de 2.2 millones de euros durante este periodo y Dorna incrementará su ayuda a los equipos en un 30%, con lo que los equipos satélites tendrán garantizado casi en su totalidad el pago de la motos”, asegura un Ezpeleta que no quiso especificar la cifra exacta que desembolsará a los equipos, pero que está en dos millones para los satélites, por piloto, y en uno para las fábricas.
Ezpeleta dejó claro que las marcas futuras que quieran entrar “podrán hacerlo alcanzando acuerdos con los equipos actuales, para premiar su presencia durante los años difíciles”. Es lo que ya ha hecho Aprilia esta temporada con Gresini, pero al mismo tiempo hay otra vía. “Dorna tiene la posibilidad de comprar las plazas de los dos últimos equipos cada año en base a la clasificación”, asegura un Ezpeleta que reconoce el largo tiempo que le ha llevado alcanzar este punto: “Todo empezó con la entrada en la parrilla de las motos CRT (en 2012), que luego dieron paso a las Open y que derivará en la centralita y software único para todos a partir del año que viene. Una medida fundamental fue reducir el diámetro de los cilindros a 81 milímetros para limitar el régimen de giro”. Y sentencia: “Lo fundamental era tener un campeonato competitivo, que ya lo tenemos, igualdad técnica y variedad de marcas”.