Girona y Zaragoza se miden hoy en Montilivi por una plaza en la final del playoff en la que los catalanes tienen pie y medio. El 0-3 de la ida pesa mucho (jamás se había dado un resultado así en el playoff de ascenso) pero todos tienen demasiado reciente aún el partido del Lugo del último fin de semana: acudieron a una fiesta y salieron de un funeral. La prudencia y el respeto al rival del Girona se enfrentan hoy a la ilusión y la épica de un Zaragoza que necesitará marcar pronto. Si lo hace, quizás a los gerundenses les entren los nervios.
Poco amigo de hacer rotaciones, es probable que Machín introduzca hoy algún cambio en el once. No grande, pero sí dar descanso a futbolistas que lo han jugado prácticamente todo durante el curso y que llegan cansados a este tramos de campeonato. Mata y Becerra, los héroes de La Romareda, estarán sobre el césped.
Milagro. Tanto la plantilla como Popovic son conscientes de lo complicado que va a ser remontar la eliminatoria, pero el mensaje que mandan es que aún queda la segunda parte y que van a salir a darlo todo porque en el fútbol todo es posible, incluso milagros como el que buscan en Montilivi. El ejemplo, tal y como explicó Popovic en rueda de prensa, es el Liverpool que ganó la Champions en 2005 tras irse al descanso perdiendo por 0-3 frente al Milán. Para ello, Bono volverá a situarse bajo los palos tras regresar de la selección y Whalley, tras el falló del jueves pasado, volverá al banquillo e incluso a la grada, ya que también viaja Alcolea. Vuelve también Jaime, recuperado de sus molestias, aunque en principio no será titular.