En un espectacular inicio de WWE Royal Rumble 2016, Dean Ambrose venció a Kevin Owens en una lucha de último hombre en pié, para retener el Campeonato Intercontinental WWE.
La lucha fue violenta en su totalidad, con mucho impacto con objetos contundentes, entre ellos, mesas, sillas, palos de keendo e incluso el ipad de la mesa de comentaristas.
El público en todo momento estuvo enardecido, gritando sus emociones, mientras Dean Ambrose sucumbía en manos del peligroso Owens, hasta que en los momentos finales el campeón logró lanzar a su oponente sobre una torre de dos mesas que se encontraban fuera del ring.