Al final de esta entrevista Víctor Rivera nos dice que no quiere entrar en polémicas, pero es inevitable con todo lo que cuenta. El entrenador de la Selección sub 22 rompe su característica diplomacia para hablar claro de los problemas que ha tenido que afrontar en la formación del equipo para los Juegos Panamericanos de Toronto y de otras cosas más.
Falta un mes para los Juegos Panamericanos, ¿cómo está la Selección Peruana Sub 20?
Se viene trabajando bien línea por línea, los aspectos defensivos, ofensivos. Nosotros no podemos ofrecer otra cosa que no sea el trabajo. Tenemos como principal argumento y arma el silencio. Normalmente no se sigue los trabajos, como sucedió con la Selección Peruana Sub 20 pasada. Nadie conoce las situaciones que se ha tenido que pasar para poder contar con los jugadores.
Se refiere a la negación de algunos clubes por prestar a sus jugadores.
Estamos contentísimos con los clubes que nos han brindado el apoyo, en algunos casos con sacrificios. Es elogiable que el profesor Cristian Díaz de San Martín nos haya cedido a Rivadeneyra, el segundo arquero de su equipo. El mismo Franco Navarro de César Vallejo con la cesión de Víctor Cedrón y Juan Morales. El profesor Mariano Soso de Real Garcilaso también nos ha dado a Ray Saldoval, uno de sus mejores jugadores. Se me han ocurridos unos primeros nombres, pero tengo que agradecerles a todos.
¿Qué le deja de aquellos clubes que no lo hicieron?
La verdad que no me gusta hablar de coyunturas que busquen generar una polémica. Yo soy una persona que no tiene malicia. Cuando estuve fuera de la Selección Peruana siempre presté a mis jugadores seleccionados para que a mi colega, quien siempre soñó con dirigir a una selección nacional, le vaya bien. Y lo hice con todos. Ahora que estoy en este lado veo con otros ojos. Para mí el Perú es primero nada más. Qué bonito es decir: ‘sí, yo quiero que a Perú le vaya bien’, pero con hechos y acontecimientos.
¿Hubo clubes que le justificaron su decisión?
He hablado con Jorge Espejo de Cienciano y me ha dado su argumento. Caso también del profesor Gustavo Roverano, quien nos cedió a Juan Diego Li, pues Alianza Lima tiene bastante expulsados. Se entiende. Uno tiene el plantel corto y el otro 6 suspendidos. Pero no me quejo. Estoy feliz con los que están acá.
¿Había la posibilidad de convocar a jugadores que cumplían con la edad y no fueron tomados en cuenta en la Selección Peruana de mayores?
La lista de 30 jugadores se hizo en Marzo por pedido del Comité Olímpico Peruano. Había que ser medio nostradamus para calcular a quiénes inscribir, pues la Copa América y los Juegos Panamericanos se juntan. Mucha gente me dice por qué no convoqué a Benavente. Pero no se podía.
Ahora que se habla de un cambio en el trabajo de menores, ¿se debe hacer revisar el tema de la prestación de jugadores?
Eso es un tema ya dirigencial. He conversado con otros colegas y en otros países, el el club que no envíe a sus futbolistas se le restan en la tabla dos puntos o un punto. Son temas que deberían ponerse de acuerdo entre los clubes y la Federación. No pensando en mí para nada, pensando en general, en las futuras participaciones de la Selección Peruana.
¿Qué piensa de que la Federación busque a un técnico extranjero para la jefatura de la unidad técnica de menores?
Tenemos un director nacional de selecciones y yo no puedo responder esa pregunta. Solamente sé que en este momento soy el encargado de una selección de Perú. Tengo actualmente trabajando todos los días con la Sub 22, la Sub 18. Lo que he hecho acá ha sido con el máximo profesionalismo. He llegado por mis méritos no porque nadie me haya recomendado.
¿Considera que hay técnicos nacionales que pueden ocupar ese cargo?
Creo que acá, en Perú, se subestima mucho al profesional peruano. Acá hay muy buenos entrenadores. Hay muy buenos proyectos que están buscando un espacio.
Por John Virhuez
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