Hoy, en el ESPRIT Arena de la ciudad alemana de Düsseldorf, el mundo del boxeo y de los pesos completos se ha visto revolucionado. Tyson Fury (25-0, 18 KO) venció al ucraniano Wladimir Klitschko (64-4, 53 KO) por decisión unánime (doble 115-112, 116-111) para hacerse con los títulos mundiales FIB, OIB, AMB y OMB del peso completo.
Fury llegaba a la contienda como retador mandatorio FIB. Su última pelea había sido en febrero de 2015 ante el rumano Christian Hammer, y hace dos años iba a pelear con el ex-campeón mundial crucero y pesado David Haye, pero éste declinó la pelea en dos ocasiones por motivos de lesiones.
Klitschko llegaba a la pelea tras derrotar por decisión unánime al norteamericano Bryant Jennings en el Madison Square Garden de New York en abril de este mismo año.
El mismo día de la pelea estuvo rodeado de cierta controversia, dado que horas antes del combate se comprobó el estado del ring y la espuma que tenía hacía que rebotase mucho, lo cual podría ser peligroso para los púgiles. Una vez quitada una capa de ese refuerzo que lleva por debajo, el ring quedó en perfectas condiciones. Por otro lado, también hubo polémica con los vendajes, ya que mientras el campeón se vendaba, no había nadie del equipo de Fury para supervisarlo (es un acto ilegal) e hicieron que Klitschko se quitase el vendaje y volviese a repetir la operación.
Desde el inicio la contienda fue para el aspirante, haciéndose progresivamente con los rounds, básicamente por acumulación de golpes, ya que Klitschko no conseguía meter ningún golpe serio. En el intercambio de cuero Fury se mostró muy relajado e incluso provocando al campeón, que intentaba su estrategia de siempre (utilizar el jab y echarse hacia atrás) pero no le surtía efecto.
Tyson Fury, sin embargo, conseguía hacer daño y en la mitad de la pelea el pómulo izquierdo del campeón comenzaba a enrojecerse. El enfrentamiento se estaba decantando del lado del británico y Klitschko no parecía hacer nada por evitarlo, siendo incapaz de meterse en el ritmo de la pelea e intentar desestructurar el plan de Fury. La pelea se trababa por momentos, con muchos agarrones y golpes en la nuca y los riñones, sobre todo de Fury, a quien le quitaron un punto por ese mismo motivo.
Entre tanto, Klitschko se mantenía impasible en sus movimientos, a veces soltando golpes efectivos, pero sin dominar claramente como lo hacía en anteriores compromisos. Incluso parecía por su rostro que mostraba indicios de estar cansado y agotado. Fury fue incapaz de consumar el nocaut, aunque lo intentó por todos los medios. En resumen, la pelea no fue ni mucho menos ofensiva, pero el aspirante superó al campeón en todos los aspectos y así lo reflejaron los jueces en sus tarjetas.
Tyson Fury conquistaba así el título mundial de peso completo, y tras las primeras celebraciones, se decide a cantar el tema del grupo americano Aerosmith “I don’t wanna miss a thing” para finalizar la velada, no sin antes mostrar sus respetos al antiguo campeón, invicto durante más de 11 años.