Golpes, lesiones y operaciones han hecho que Lissette Antes tome una decisión definitiva: en Lima se despidió de los Juegos Panamericanos. Pero luego de tres ediciones se va como campeona de lucha libre. Se coronó el jueves anterior al vencer a la estadounidense Jenna Burkert en la final (en el 2011 y el 2015 había obtenido bronce).
La también titular de la Federación Deportiva de Loja habló con EL UNIVERSO de las diversas obligaciones que cumple y pese a todo lo que hace tiene para ser una campeona continental.
¿El título es una revancha por la lesión del 2016?
La verdad yo tenía dos hernias lumbares muchísimos años atrás y desde el 2013 se venía agudizando. Entonces, cuando fui a los Juegos Olímpicos Río 2016, llegué muy mal por esa lesión.
¿Eso provocó su retiro?
La verdad que sí, pero después me operaron y aquí estoy.
¿Por qué decide volver a la alta competencia?
La Secretaría del Deporte me dijo que teníamos que ver cómo y dónde podíamos hacer un tratamiento y operarme, pero buscaba una operación que no sea invasiva, ya que si me sacaban las hernias con una operación normal, ya no iba a poder volver a la colchoneta.
¿Y cómo se recuperó?
Buscamos a doctores hasta en Colombia, pero encontramos a un médico en Guayaquil, el doctor Luis García, quien había tratado a mi esposo, José Sánchez, por el hombro. Él me intervino y tuve una buena recuperación haciendo todo lo que debía seguir.
¿Desde cuándo volvió a la colchoneta para luchar?
Ya me sentía mejor desde diciembre del año pasado. Volví a mi deporte. Fueron nueve meses preparándome después de estar retirada y aquí están los resultados.
¿Entonces esta medalla de oro es especial?
Es una meta cumplida. Un sueño más. Esa era mi meta y mi sueño ya que en los Juegos Panamericanos anteriores (Guadalajara 2011 y Toronto 2015) solo obtuve bronce y vine a Lima por el oro. Como dicen: la tercera es la vencida. Lo logré porque no me iba a ir sin la medalla de oro.
¿Cómo puede cumplir a la vez sus roles de madre, esposa, luchadora y presidenta de la Federación Deportiva de Loja?
Siempre me preguntan eso y ni yo misma sé cómo lo hago, pero tengo que darme tiempo para todo. Lo que más duele es dejar a mi familia, a mi bebé, Myles Sánchez (2 años), a mi esposo, a mi mamá. Pero estoy convencida de que si quiero algo, debo luchar y sacrificar muchas cosas.
Y su responsabilidad en la Fedeloja, ¿cómo la comparte con sus otras actividades?
El personal que hay, tanto administrativo, el directorio, como el financiero, hacen un buen equipo y trabajamos bien. Puedo prepararme con más tranquilidad para la competencia porque ellos lo hacen bastante bien. Volveré y retomaré mis actividades en la Federación hasta que me toque salir al Mundial, en septiembre, para buscar un cupo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Está en la vereda del frente como dirigente, pero no del todo porque al mismo tiempo es deportista, ¿cómo asume eso?
Es duro, pero siempre estoy pendiente de la Federación. Tenemos seis deportistas más de Loja en estos Juegos, como María Loreto (patinaje), Andrea Calderón (atletismo), Daniela Contreras y Doménica Solano (natación), entre otros. Estamos contentos con eso, tenemos un buen número de deportistas que vinieron a representar a Ecuador. Me doy el tiempo para estar con ellos en las concentraciones.
Seguramente su esposo reclamará su presencia.
El pobre también tiene que sacrificarse, todos debemos sacrificarnos. Me duele dejarlo, igual que a mi niño que está pequeño, pero sé que está bien cuidado con mi esposo para poder así lograr lo que tiene en mente como objetivos.
¿El oro en Lima es una motivación para luchar por llegar a Tokio 2020?
Sí, por supuesto. Ese es otro sueño. Ahora debo prepararme para ir al Mundial, al que irán las seis primeras y vamos por esa clasificación; si no lo buscaré en el resto de torneos que se vienen. Es otra meta que debo cumplir.
¿Cuántos Panamericanos más vendrán luego de este, que es el tercero?
La verdad, quiero retirarme. Mi objetivo es Tokio 2020 y ahí me retiraré de la alta competencia. El deporte es muy bonito, me encanta, es mi vida, pero también me ha dejado bastantes lesiones, muchas secuelas y ya quiero terminar mi carrera en los Juegos Olímpicos.
¿Adiós, Panamericanos?
Sí, sí. Los de Lima fueron mis últimos Panamericanos.
Si llega el retiro, ¿qué piensa hacer más adelante?
Me encantaría enseñar lo que aprendí. Aunque no tengo mucha paciencia para enseñar (risas), pero me encantaría transmitir lo que he aprendido a los niños. Me encantaría poder ser entrenadora.
Andrés Montaño (oro en lucha grecorromana) dijo que esperaba un reconocimiento de las autoridades por lo que ustedes dan, ¿está de acuerdo con eso?
Sí, sería bastante motivador porque dejamos todo en la colchoneta, en los torneos y que se nos valore, no tanto desde lo económico, sería algo muy importante.
En la final se le adelantó la estadounidense Jenna Burkert, ¿cuándo se sintió ganadora del oro?
Yo espero hasta el último segundo del combate para que se cumpla el tiempo y solo cuando me levantan el brazo, sé que he ganado.
Cuando tenía 15 años el profesor cubano Jorge Rodríguez me decía que yo tenía condiciones para la lucha libre, pero no me gustaba. Les tomó un año convencerme".
Lissette Antes, campeona panamericana de lucha libre
(D)