El entorno del Granada respira desconcierto. Por más que el director deportivo enviara un mensaje tranquilizador y asegurase que “en el club se está trabajando al cien por cien desde el primer momento”, tanto empleados como representantes, patrocinadores y jugadores están viviendo unos días sumidos en el más absoluto desconocimiento e inquietud. A poco más de dos semanas para el inicio de la pretemporada, el Granada todavía tiene que cerrar la llegada de diez o doce futbolistas, no tiene cuerpo técnico y los jugadores que han estado cedidos y deben incorporarse no saben nada de su futuro. Si estarán o no aquí. Además, consultados varios representantes por Diario AS, aseguran que ni siquiera han recibido una sola llamada del club y que se les está echando el tiempo encima para realizar sus operaciones.
La plantilla también sigue esperando noticias porque todavía no sabe qué día hay que presentarse en la nueva Ciudad Deportiva. Aunque en el club trabajan para que los reconocimientos empiecen el 6 de julio, no tienen confirmación oficial. Rochina, por ejemplo, pasó por Granada el pasado jueves para recoger unas cosas y cortarse el pelo en el Centro Comercial Serrallo Plaza, de donde es cliente habitual, y aseguró que se iba de vacaciones sin tener conocimiento de lo que está pasando en el Granada durante estos días. La información de la reunión entre Pina y dos emisarios de un empresario de Qatar desvelada por Radio Granada y As y confirmada por el propio club no hace sino reafirmar que algo importante se está cociendo. De momento ni Pina ni Pozzo dan explicaciones y las dudas se multiplican.
Los días más difíciles para Cordero
El director deportivo del Granada lo está pasando mal. A estas alturas del verano, en circunstancias normales, ya tendría cerrada la planificación de todo lo que tiene que ver con su parcela. El banquillo habría sido lo primero en concretarse. Si por él hubiera sido, el Granada tendría entrenador desde la semana siguiente a la finalización de la Liga o como mucho en los primeros días de junio. Él trabaja así, es previsor y se anticipa. Y desde luego que ya habría cerrado varios fichajes, resuelto las dudas sobre el destino de hombres que deben regresar a Granada y no tienen sitio u otros que aún con contrato en vigor deberán salir.
Sin embargo, aunque nadie duda de que tendrá operaciones avanzadas, el paso de los días y la inquietud que provoca la falta de determinación de Pozzo y Pina podría ser perjudicial para la culminación de algunas negociaciones. De momento, la mano derecha del presidente ha sido el único en dar la cara y confirmar que el proyecto todavía no está definido.