Estamos a escasas tres semanas de que arranque el Mundial y los mexicanos que harán el viaje hasta la Copa del Mundo ya se están saboreando la experiencia de acompañar a la selección en las lejanas tierras de Rusia, donde sin duda, planean poner el ambiente entre los seguidores de las 32 selecciones invitadas.
Sin embargo, en los últimos meses, una serie de lineamientos y prohibiciones estipuladas en los códigos de conducta del país anfitrión y de la FIFA, cortarán de tajo las intenciones de miles de 'paisanos' que no podrán colorear los estadios con su tradicional estilo.
De entrada los insultos como el famoso 'Eh, puto' estarán bajo la lupa de la FIFA y de la policía local, pues tanto dentro o fuera del estadio, los insultos están prohibidos; desafiar esta norma te puede costar ser expulsado del inmueble o 15 días de prisión y una multa de mil rublos, en caso de que la infracción se cometa en las calles.
Adiós al 'Santo' y 'Blue Demon'
La lucha libre es sin duda uno de los deportes más tradicionales en México, su colorido suele llevarse a las gradas de futbol en varios estados de la república, por lo que no sería raro encontrar a un enmascarado en las sedes del Tri en Rusia, aunque esto también está prohibido, ya que por decreto, ningún aficionado puede portar máscaras, antifaces o cualquier artículo que oculte su rostro, por lo tanto, esta parte del color mexicano, que suele incluir a un político cuya calvicie no vamos a mencionar, tendrá que guardarse para otra ocasión.
Muestras de afecto del mismo sexo
Es bien sabido que aunque las relaciones homosexuales no son un delito en Rusia, tampoco son vistas con buenos ojos por gran parte de su población, más sabido es aún, que en México las personas con esta orientación sexual suelen tener una chispa especial que pone ambiente en todas o casi todas las reuniones; sin embargo, su picardía tendrá que dejar de lado las muestras de afecto de tipo homosexual, a fin de evitar confrontaciones que podrían ponerlos en riesgo. Así está estipulado en el manual de la mismísima secretaría de relaciones exteriores.
¿Buena o mala idea?
Sabemos que algunas de estas medidas pueden resultar injustas, pero un poco más de control sobre nuestros compatriotas en el Mundial tampoco está de más, pues también hemos sido protagonistas de algunos actos bochornosos, ahí les va un breve recuento.
En Francia 1998, el mexicano Rodrigo Rafael Ortega tuvo a mal orinarse en la mítica Flama Eterna, una llama que ardía desde 1921 en honor a los soldados caídos en la Primera Guerra Mundial; el numerito le costó pasar un buen tiempo en prisión.
En Corea y Japón 2002 un seguidor del Tri se encontraba a bordo del tren bala, el más rápido del mundo, cuando sus copitas de más lo llevaron a presionar el botón rojo de 'emergencias', lo cual no había sucedido en la historia de dicho medio de transporte, su 'inocentada' le valió la movilización de los cuerpos de seguridad y una desagradable experiencia para los demás pasajeros.
Ha habido casos tan extremos de fanáticos mexicanos en Copas del Mundo, que no tenemos que irnos tan lejos para recordar aquel que le costó la vida a Jorge López Amores, quien en un profundo estado de ebriedad y totalmente inconsciente del peligro que corría, se lanzó de un crucero; la búsqueda de su cuerpo duró semanas, pero jamás pudieron encontrarlo.
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