El alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, se ha mostrado partidario de recuperar el proyecto del Pirineo y de las tierras de Lleida de articular una candidatura para organizar los juegos olímpicos de invierno una vez el Ayuntamiento de Barcelona se ha retirado de la carrera para organizar los juegos del 2026.
Ros ha declarado que: "Haría falta que el Pirineo de Lleida y también la ciudad de Lleida recuperáramos el antiguo proyecto, de unirnos a otras ciudades y formalizar una candidatura, y lo digo así de formalmente".
Ha añadido que :"Quiero recordar también que antes del proyecto de Barcelona ya se había planteado una propuesta desde Aragón". Cuando salió la candidatura de Barcelona que impulsó Jordi Hereu, nosotros estábamos negociando la incorporación de varias estaciones de esquí de Lleida a la candidatura que lideraban Zaragoza y Jaca. Lógicamente, como catalanes, nos teníamos que sumar al proyecto de Hereu y así lo hicimos''.
"Ahora hace falta volver a los orígenes, que pasan porque Lleida sea capaz de encontrar alianzas para formar una candidatura sólida", ha aseverado Ros.
El alcalde cree que Andorra sería un lugar absolutamente estratégico pero, de entrada, la Carta Olímpica no lo permite al tratarse de otro país. Por eso cree que si esta situación se mantiene, hará falta articular una propuesta entre el Alt Urgell, Pallars y la Val d'Aran, que es el primer destino de turismo de nieve del Estado y uno de los principales de Europa, con otros espacios como Jaca y territorios de Catalunya y Aragón para formar una candidatura.
El edil ha sido tajante diciendo que: "Toca hacerlo ahora. Una vez Barcelona ha dicho no, creo que aquí se tiene que ver el empuje del Pirineo, de las Tierras de Lleida y tenemos que ser capaces de formular una alternativa".
La idea de Ros es recuperar el espíritu olímpico de Jaca, que ya se ha presentado cuatro veces su candidatura a unos Juegos de Invierno (1998, 2002, 2010 y 2014) y que cuando en 2009 el proyecto de Zaragoza, Huesca y Jaca se decidió retrasar de 2018 a 2022 debió ser retirado, Barcelona tomo el relevo al año siguiente.
Las infraestructuras viarias, clave.
El presupuesto total de la candidatura de Barcelona-Pirineos para los Juegos de 2026 se cifraba en 3.264 millones de euros. A los 1.204 millones de organización, había que sumar otros 2.058 no financiados por el comité organizador y en los que habría que incluir las mejoras en transporte (carreteras y trenes), que ascienden a 1.233 millones, además de la construcción de las villas olímpicas de la capital catalana y Alp (Cerdanya), que saldrían por unos 300 millones de euros.
Esta partida se repartiría entre el Estado (57% del total), Generalitat (20%), patrocinadores (20%) y Ayuntamiento de Barcelona (3%).
El resto se repartiría entre telecomunicaciones (125 millones), ceremonias (70 millones) y personal (170 millones) y sistemas de gestión medioambiental (17 millones), entre otras partidas.
El borrador de la candidatura calculaba también ingresar 1.205 millones de euros por patrocinios publicidad y otros conceptos.
El coste que Ada Colau no ha querido asumir.
"Los Juegos de Invierno de 2026 no son un objetivo prioritario", ha señalado el nuevo equipo consistorial que preside Ada Colau, pero quizás los costes del proyecto hayan sido el detonante de la retirada del proyecto en una complicada situación presupuestaria municipal.
Según el dossier de la candidatura, el Estadio Olímpico volvería a albergar las ceremonias de inauguración y clausura. En el Palau Sant Jordi se realizarían las competiciones de pista corta y patinaje artístico. El curling tendría como sede el Palau Municipal y el Velódromo de Horta albergaría el hockey femenino. Adaptar las instalaciones costaría un total de 63 millones de euros.
Además, la construcción del que debía ser el anillo de velocidad -43 millones de euros- y el nuevo Palau Blaugrana, cuya construcción sufragaría el FC Barcelona, y donde estaría el hockey masculino. Su coste sería de 113 millones con lo que el Ayuntamiento hubiese tenido que invertir 106 millones de euros sólo en instalaciones.
El Consistorio barcelonés gastó aproximadamente medio millón de euros al año desde que en 2010 el primer edil socialista, Jordi Hereu, anunciara su intención de que la ciudad celebrase por segunda vez unos Juegos, en este caso en su edición invernal.
Concretamente, los gastos para la gestión del ahora truncado proyecto olímpico ascendieron a 342.000 euros en 2010; 504.000 en 2011; 552.000 en 2012; 531.000 en 2013 y en el presupuesto de 2014 ya se incluyeron 1,9 millones de euros para 'grandes acontecimientos deportivos'.
El Ayuntamiento de Barcelona cargó con todos los gastos en 2010 y, en los tres años siguientes, se incorporaron aportaciones mucho menores de otras administraciones. Así, se presupuestó que la Generalitat contribuyera con 249.000 euros -100.000 en 2011 y 74.400 en 2012 y 2013-, sin embargo, a 31 de diciembre de 2013 la Generalitat debía al Consistorio 164.350 euros de los 249.000 que le debería haber ingresado.
Tras la retirada de la candidatura también queda en el aire otro tema: la pista de 6.800 metros cuadrados que adquirió el Ayuntamiento de Barcelona para la Final del Gran Prix de Patinaje sobre hielo, celebrada en Barcelona el pasado mes de diciembre y que costó 600.000 euros está en un almacén y aún está por decidir su ubicación definitiva.