Al campeón de los pesos completos del Consejo Mundial de Boxeo, el estadunidense Deontay Wilder, vaya que le costó retener el campeonato en su séptima defensa.
La noche del sábado en el Barclays Center, el bronce olímpico en Beijing le costó mucho trabajo encontrar el camino al nocaut que finalizara con los sueños del cubano Luis Ortiz, pero lo logró en el décimo episodio.
En un duelo entre invictos, y después de haber calentado la pelea durante semanas, el norteamericano enfrentó complicaciones importantes para mantener el ritmo que le marcó su retador y tuvo que esperar hasta que Ortiz diera muestras de cansancio para poder hacer uso de sus golpes de poder lograr detener la contienda.
Durante el combate, Ortiz visitó la lona un par de veces, pero se las ingenió para lastimar entre el quinto y octavo round en varias ocasiones al campeón, al punto de tenerlo sobre piernas tambaleantes, pero lo dejó escapar.
Con este triunfo, Wilder mejoró su foja profesional a 40 victorias y 39 nocauts; mientras que King Kong Ortiz quedó con marca de 28-1, con 24 anestesiados, y con las ganas de convertirse en el primer peleador latino monarca de los pesos completos.