Bélgica estudia buscar una compensación para los cerca de 4,5 millones de euros que invirtió en su infructuosa candidatura para organizar el Mundial de Fútbol de 2018 si se demuestra que hubo corrupción para que la FIFA lo concediese a Rusia.
"Si se demuestra que hubo fraude para mí es obvio que buscaremos una compensación", señaló este jueves el presidente de la Federación Belga, Francois de Keersmaecker, según el periódico 'Het Nieuwsblad', que también citó al ministro de Deportes, Philippe Muyters, apuntando que si se probasen las irregularidades estudiarán presentar "una reclamación".
Bélgica, como ya hiciese para albergar la Eurocopa de 2000, presentó una candidatura conjunta con Holanda, con un coste de nueve millones de euros, pero no pudo con el proyecto de Rusia, que se impuso en la votación a la apuesta de España y Portugal, y a la de Inglaterra.