Los jueces anticorrupción helenos impusieron este jueves al presidente del Olympiacos, Vangelis Marinakis, una fianza de 200.000 euros y le prohibieron ejercer todo cargo deportivo mientras esté en curso la investigación sobre partidos amañados en el fútbol griego, acusación por la que está imputado.
Los magistrados tomaron esta decisión tras la declaración de Marinakis en el marco de una amplia investigación sobre el amaño de partidos en la primera y segunda división.
Los jueces prohibieron a Marinakis abandonar el país y le obligaron a presentarse dos veces al mes en la comisaria del barrio donde tiene inscrita su residencia.
Marinakis está acusado de pertenencia a y dirección de banda criminal, soborno, amaño de partidos e instigación a la coacción, entre otros cargos.
Junto a Marinakis están acusadas otras 32 personas, entre ellos tres presidentes de clubes, el ex presidente de la federación de fútbol griega (EPO) Yorgos Sarís, otros cuatro exmiembros del ejecutivo de EPO, miembros de las comisiones disciplinarias del fútbol, altos cargos de clubes árbitros y jugadores.
La investigación empezó cuando la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) avisó a las autoridades griegas sobre una serie de partidos de primera y de segunda división entre 2012 y 2014, cuyos resultados eran sospechosos de haber sido amañados.
La prohibición de ejercer todo cargo deportivo obligará a Marinakis a dimitir del cargo de presidente de Olympiacos.
No está claro, en cambio, si deberá ceder sus acciones en el club.
Marinakis, un armador de 48 años, se convirtió en accionista mayoritario del Olympiacos en 2010, cuando compró el 67 % del capital del club al industrial Sokratis Kókalis, por 50 millones de euros.
Desde entonces el Olympiacos conquistó cinco campeonatos en serie y tres copas de Grecia.