El púgil estadounidense Floyd Mayweather volvió a protagonizar otra rueda de prensa en la que lo menos que importó fue la imagen del deporte del boxeo y si el resaltar una vez más su figura en torno a lo que será la pelea número 49 de su carrera, que de ganarla, mantendría el invicto y empataría con el legendario Rocky Marciano.
La presentación de promoción de la próxima pelea, que ofrecerá el 12 de septiembre en el MGM Grand Garden Arena, podría ser motivo de alegría para los buenos aficionados al boxeo, pero sucedió todo lo contrario al conocerse que el rival que él mismo eligió es su compatriota, de origen haitiano, Andre Berto.
A partir de ahí, todo lo que sucedió en el Hotel Marriot del Downtown, de Los Angeles, fue un completo montaje de Mayweather Promotions, donde el actor principal y único fue el púgil invicto estadounidense, que una vez más no respondió de forma coherente ni una sola pregunta y se limitó a expresar las frases de promoción que tenía que decir.
El rey del boxeo libra por libra insistió en que Berto, aunque ha demostrado por su récord y su boxeo, que es un auténtico peleador de segunda fila, para él es un digno rival con el que pueda dar el gran gran adiós profesional, la afirmación estrella de la conferencia de prensa, que como es lógico no se creyó nadie, empezando por el propio Mayweather..
"No sé por qué, pero estoy entrenando mucho más duro para este combate", comenzó Mayweather Jr. con las frases aprendidas. "Creo que simplemente quiero terminar con estilo".
Mayweather, de 38 años, reiteró que esta será la última pelea de su carrera, si bien mostró una amplia sonrisa para que su "burla" ante los periodistas fuese aun mayor y más expresiva.
El púgil invicto estadounidense ya se había retirado en 2008, pero su periodo fuera del ring apenas duró un año, y volvió cuando le convino y quiso para no tener que enfrentarse a rivales que podían haberlo ganado.
"Me dicen que me ofrecerán mucho dinero por seguir boxeando", comentó Mayweather.. "Tengo mucho dinero. Estoy bien... es el fin de mi acuerdo (con Showtime). Y ya soy viejo. Tengo 38 años", argumentó.
Esa expresión también la dijo cuando ganó el anterior combate frente al filipino Manny Pacquiao, que se presentó a la pelea lesionado del hombro derecho, y no ocultó a las autoridades de la Comisión Atlética de Nevada, de tal forma que la multimillonaria pelea que dejó unos ingresos de más de 600 millones de dólares no fuese cancelada.
Mayweather se llevó 220 millones de dólares y Pacquiao, que luego tuvo que pasar por el quirófano, recibió al menos otros 120 millones de dólares.
Tres meses después de que Mayweather (48-0, 26 nocáuts) dominó al lesionado Pacquiao en la pelea más lucrativa en la historia del boxeo, el campeón welter se hallaba evidentemente de buen humor mientras empezaba la difícil tarea de promocionar su combate con Berto.
Un excampeón del peso welter (66,678 kilos) ha perdido tres de sus últimos seis combates, entre ellas dos derrotas ante rivales que de anteriormente habían perdido con Mayweather Jr., quien admitió la respuesta negativa que han tenido los aficionados y la crítica por la elección que hizo de Berto (30-3, 23 nocáuts) para su próxima pelea.
Pero recordó el estilo agresivo de su compatriota y su propia determinación como razones para pagar --su gran obsesión-- para ver la pelea, aunque mentía por lo del estilo ya que es el que mejor le va a su boxeo, dado que Berto carece de movimientos de pies, no tiene velocidad y va siempre recto al rival.
Mayweather., que no ha podido noquear a un rival en las últimas nueve peleas desde 2007, esta vez si se atrevió a prometer un combate emocionante para los aficionados que siguen sintiéndose defraudados por su exhibición técnica ante Pacquiao el pasado mayo.
"Por la manera en que él llega de preparado, y por la forma en que lo voy a hacerlo yo también, puede ser que se dé un nocáut, pero garantizado que habrá caídas y muchas", adelantó el campeón invicto. "Va a haber sangre. Va a haber caídas y sangre. Mucho de ambas cosas".
De lo sucedido ante Pacquiao, Mayweather Jr. se limitó a decir que el cumplió con su trabajo y el que no lo hizo fue el excampeón del mundo filipino.
Una vez, Mayweather mantuvo su línea de no preocuparle absolutamente nada entorno a las críticas de sus antecedentes delictivos y de violencia contra las mujeres y se limitó a decir que llegaría a la pelea más en forma que nunca y también "súper feliz" porque concluía el contrato de seis peleas que había pactado con Showtime.