Pese al séptimo puesto, y a caerse del podio después de tres grandes competiciones colgándose medallas, Miki Oca le pone a la Selección femenina de waterpolo un “sobresaliente” en este Mundial de Kazán. Este torneo le ha servido al entrenador español para darse cuenta de errores que puede cometer el equipo y que se camuflan con las victorias. “Ya sabemos dónde tenemos que mejorar. Hay aspectos del juego que, por circunstancias, otros países los trabajan más que nosotros. Por nuestra cultura, no trabajamos desde la base. El día de EEUU el daño nos lo hacen a partir del contraataque. Estuvimos muy bien en defensa. Recibimos de los ocho tres goles directos de contraataque. No hacemos quizás demasiado hincapié en el cuerpo a cuerpo”.
El seleccionador valora positivamente la aportación de las tres novedades introducidas, Judit Forca, Clara Espar y Paula Leitón. “Han hecho un muy buen papel. Esto es un Mundial y hay equipos rodados y potentes. Han cumplido muy bien. Fue un gran rodaje y un gran paso de cara a la temporada próxima. Esto es un grupo en el que trabajan 20 chicas y todas lo hacen muy bien. Las jugadores que están más en forma son las que vienen. Aquí no hay toques de atención”, declaró Oca, quien reconoce que la derrota ante Estados Unidos fue dura, pero que el equipo ya está recuperado emocionalmente: “Fue un palo. Eran los cuartos. Pero a los dos días tienes un partido con China y tienes que hacerlo lo mejor que puedes. Las chicas lo han dado todo, pero es verdad que China en vez de venir tocada emocionalmente vino subida. Tenemos que estar muy contentos, más que por ganar por la imagen que deja el equipo después del palo emocional. Las chicas han mostrado que tienen despliegue y se han resarcido”.
Ahora toca mirar el futuro con optimismo. 2016 será un año con distintos caminos para alcanzar una meta: los Juegos de Río. La Selección deberá disputar en enero el Europeo en Belgrado, campeonato que únicamente otorga una plaza olímpica, la del ganador. Si no se obtiene el oro, España deberá disputar un Preolímpico en el que se repartirán tres plazas más. “Tuvimos dificultades con aquellos equipos que venían de una concentración permanente. Estados Unidos, Holanda, China, Canadá… Si algo hicimos muy bien el año olímpico es compaginarnos con los clubes. Nuestras rivales se concentran permanentemente. Hay que seguir manteniendo este acuerdo para que la Selección tenga preferencia. Eso nos permitió en Londres hacer el gran salto”, aseguró Rafa Aguilar, director técnico.