Si ha habido una sorpresa durante la pasada época del mercado de traspasos en la Major League Baseball ha sido la inmovilidad de los New York Yankees, equipo ultrapoderoso en todos los sentidos y que siempre ha sido un jugador muy activo en una época que ha sido movida como pocas en las últimas campañas.
Esa inacción por parte de los neoyorquinos está íntimamente relacionada con lo que ocurrió anoche en el Bronx, que no fue otro sino el debut del lanzador dominicano Luis Severino, que se subía a la loma por primera vez en las Grandes Ligas cuando sólo cuenta con 21 años de edad.
Como es lógico en todo equipo, el objetivo siempre es mejorar la plantilla con la que puedes disputar el tramo final de la temporada y esperas afrontar los playoffs, si es que consigues tu clasificación. Sonaron nombres para reforzar la candidatura de los del Bronx como son Craig Kimbrel o Aroldis Chapman pero sus clubes de origen siempre pedían a alguien en concreto, a Luis Severino.
En una época no demasiado lejana, los Yankees se hubieran planteado muy seriamente traspasarlo o lo habrían hecho sin dudarlo. Pero corren tiempos nuevos en la Gran Manzana y hay un creciente interés por conservar los valores que forja la cantera, algo que fue clave en los cuatro títulos que lograron entre 1996 y 2000.
Es cierto que el pensamiento de tener a Chapman o a Kimbrel formando tridente con Dellin Betances y Andrew Miller era muy sugerente ya que se hubieran acortado los partidos de forma tremenda y si los Yankees iban ganando tras cinco entradas en los playoffs, que los rivales se despidiesen de ganar los partidos.
Pero el futuro es mejor para los Yankees con Severino. Primero porque se trata del poseedor del mejor brazo de toda la organización, un muchacho que es capaz de llegar a las 98 millas por hora sin esfuerzo aparente, complementando el excelente arsenal que tiene a su disposición.
En segundo lugar, porque se trata de un pitcher titular y eso siempre es más valioso que casi cualquier pitcher relevo, sea quien sea. Más importante puede ser el papel de Severino en un futuro a corto plazo ya que rodean muchos interrogantes a la aportación de Masahiro Tanaka, Michael Pineda o C.C. Sabathia.
La derrota acumulada contra Boston Red Sox es lo de menos a pesar del monstruoso home run de David Ortiz. Las sensaciones transmitidas por Severino son magníficas y su participación va a ser capital de aquí hasta el final de la temporada para que los Yankees frenen el furioso empuje de Toronto Blue Jays y Baltimore Orioles.
Puede que Luis Severino no sea Matt Harvey, el soberbio lanzador de los New York Mets, pero está aquí para quedarse y convertirse en la piedra angular del club para los años venideros. Y no es descartable que termine siendo mejor que él.