Hace solo tres semanas, Álex Fernández concedía a AS su primera entrevista tras haber regresado de una cesión en el Rijeka croata. “Debo cambiar cosas, tengo que mejorar mucho. Vengo con fuerza y con ganas de ganarme un sitio”, aseguraba. Unas ilusiones renovadas que se han tornado en tristeza de golpe, pues, según ha podido saber este periódico, en apenas unas horas el jugador no solo ha conocido de primera mano que es el primer descarte para Sergio González, sino que su destino está ya perfilado: el Reading.
La operación se estuvo acabando de fraguar durante este miércoles. De hecho, Álex ya no estuvo por la mañana en el entrenamiento del primer equipo en Sant Adrià, hecho que pasó desapercibido porque algunos jugadores en lugar de ejercitarse en la Ciudad Deportiva estuvieron pasando pruebas físicas en el CAR de Sant Cugat. Pero la marcha parece poco menos que irreversible. El equipo inglés (décimoctavo en la pasada edición de la Championship, la Segunda de las islas) precisamente recibió el pasado sábado al Espanyol en su feudo, el Madejski Stadium, en un amistoso (0-0) en el que Álex disputó los 90 minutos. Y allí con total probabilidad se iniciaron los contactos, ahora ya negociaciones, que pueden culminar de manera inminente.
La fórmula convenida es altamente beneficiosa, al menos en lo meramente económico para el Espanyol. El Reading se llevaría a Álex en calidad de cedido durante esta temporada, haciéndose cargo de su ficha, y firmaría una casi segura opción de compra para el próximo verano, cifrada en 1,8 millones de euros. Una cantidad que supera y mucho a lo pactado el pasado mes de enero con el Rijeka, cuando con el club croata se estipuló que se podrían quedar con el mediocampista por cerca de 500.000 euros.
De confirmarse esta operación, Álex cerraría su etapa en el Espanyol, a donde llegó hace justo dos años, en agosto de 2013, pero no logró asentarse ni con Javier Aguirre, primero, ni después con Sergio. Y ello, pese a su indiscutible calidad.