“Este lugar me trae buenas sensaciones y vengo de hacer dos semanas muy sólidas en el British Open y Crans”, comenta Sergio García en el campo Firestone de Akron, donde se disputa el Bridgestone la tercera cita de las Series Mundiales. El año pasado, el de Borriol fue segundo (firmó una segunda vuelta de 61 golpes) tan sólo por detrás de Rory McIlroy, que no defenderá su corona porque todavía está recuperándose del tobillo que se fracturó jugando a fútbol. Será el gran ausente junto a Tiger Woods, que no está clasificado pese a haber ganado ocho veces el torneo (sólo se va por ránking mundial y el Tigre es el 262º).
El que sí tomará la salida es Jordan Spieth, el prodigio de Texas (ganador de Masters y US Open) ,que entre esta semana y la que viene podría arrebatar el número uno a McIlroy. Aunque Spieth no se presiona. “En el British Open me quedé a un golpe de pasar la mejor semana de mi vida. Pero el hecho de poder hacer historia no cambia mi preparación. Yo siempre afronto igual los torneos”, cuenta la mente privilegiada de Spieth, que será el líder de un Bridgestone en el que están los 50 mejores del ránking mundial (Bubba, Zach Johnson, Stenson, Rose, Day, Scott, Fowler...) excepto McIlroy y Brooks Koepka.
También compite Pablo Larrazábal, el único español que esta temporada ha logrado la victoria en el European Tour (BMW de Munich). El barcelonés llega tras superar unos problemas físicos. “Lo bueno es que estoy bien de la espalda, así que no hay excusas para hacer buen golf. El campo está excelente, será duro”, tuiteaba Larrazábal.