El Rayo Vallecano se llevó el XXXVI trofeo Villa de Leganés en la tanda de penaltis. Ni Leganés ni los franjirrojos fueron capaces de perforar la portería contraría en los 90 minutos de partido, a pesar de las ocasiones. Álex Campos paró a Villacañas una de las penas máximas, suficiete para alzarse con el título.
El partido empezó muy abierto. El Leganés quería agradar a su público en su trofeo y supo buscarle las cosquillas a la defensa del Rayo buscando el juego entre líneas y la velocidad en la salida. Paco, por su parte, dio la titularidad al recién llegado Ebert (que a la media hora fue sustituido) y con un juego directo. A los diez minutos, los pepineros pudieron adelantarse en una doble ocasión. Primero Toni Dovale mandó al palo su tiro tras una contra y, en el rechace, Borja Lázaro envió el balón fuera cuando estaba a puerta vacía. Pero los franjirrojos no se arrugaron. Un minuto después, Lass se internó en el área y Miku remató franco, pero Serantes respondió con un paradón. El partido se equilibró sin que ninguno terminara de llevar el peso del encuentro. Sastre de cabeza y Embarba tuvieron sendas ocasiones, pero sin fortuna.
Tras la reanudación, empezó el carrusel de cambios. El partido se templó. Los jugadores se fueron asentando hasta que en el 54' Toni Dovale casi marca, pero Toño sacó una mano salvadora para evitar el tanto. Las sustituciones y el calor hicieron que casi no se jugase. Los minutos pasaban con sólo dos ocasiones, una en cada portería. Sendos testarazos de Carlos y Manucho que no acabaron en nada. Y en el 78' debutó Xhang, el jugador chino que tanta polémica ha creado.
En los minutos finales el Leganés lo intentó más, consciente de que era su trofeo. Loren tuvo la mejor en una buena jugada de equipo que acabó en despejando Álex Campos a córner.