¿Cómo ha encajado el hecho de ser nuevo seleccionador femenino?
—Con muchísima ilusión. Quiero dar las gracias a la Federación por la confianza que me ha dado y por pensar en mí para la Absoluta. Es un reto grande desde el principio con el partido ante Finlandia de la clasificación para la Euro.
—¿Ha hablado con Quereda?
—Sí, el día en que se hizo público mi nombramiento. Me dio la enhorabuena y me dijo que se ponía a mi disposición para lo que necesitara. La relación es cordial.
—¿Le parece que, como reclamaban las jugadoras, era momento de un cambio?
—El cambio se ha producido y ya está. No es algo que tenga que valorar yo. Valoro la labor de Quereda, ha sido una vida entregada al fútbol femenino que ha culminado con la clasificación para el Mundial, algo histórico. De un gol que entra a otro que no puede cambiar mucho la cosa. En este caso, si hubiera entrado en el Mundial podíamos estar hablando ahora mismo en otros términos.
—¿Cree que hay muchos aspectos que modificar?
—No, lo que hay que hacer pronto es trabajar. Ver a las jugadoras que están en mejor disposición para competir por ir a la Eurocopa y seguir en la línea de hasta ahora pero con matices. Cada entrenador le da su matiz a un equipo.
—¿Ha hablado con las jugadoras? ¿Qué le han dicho?
—Me han mandado mensajes de felicitación. Me han transmitido su ilusión y sus ganas.
—¿Tras acudir al primer Mundial en la historia, los próximos objetivos cuáles son?
—El más inmediato es el partido ante Finlandia, sacar algo positivo. También hay unas fechas FIFA para ponerse al día. Aprovecharemos para juntarnos y trabajar.
—Las selecciones inferiores pisan fuerte… ¿Habrá cambio generacional? ¿Se apostará por las promesas que usted tan bien ha dirigido?
—Es muy importante haberse clasificado para el Mundial Sub-20, ayuda a paliar el escalón que hay hasta la Absoluta. Tenemos un año más para preparar a esas jugadoras y disputar partidos. Con 19 y 20 años van a jugar al máximo nivel. Todo ese bagaje competitivo es positivo para llegar a la Absoluta con unas credenciales impresionantes. Algunas jugadoras van a llegar siendo subcampeonas del mundo y subcampeonas de Europa. Tantos éxitos van a producir que la Selección en unos años esté en el Top-5 de Europa y del mundo. Falta un poco de tiempo.
—¿El espejo ahí es la selección masculina?
—Sí, tenemos ejemplos. En la Selección masculina pasó un poco lo mismo. Después de los éxitos en las categorías inferiores, de ganar muchos campeonatos, al final se juntó un grupo que era el mejor del mundo y el mejor de Europa. Es muy difícil de igualar eso, pero lo que ocurre en las categorías inferiores en la femenina es un buen presagio de lo que puede suceder en el futuro.
—¿España tiene ya la obligación de estar en los próximos torneos?
—No es una obligación, pero las chicas han dejado el listón muy alto clasificándose para el último Mundial y con el papel que hicieron en la última Eurocopa. Por ese lado sí. Es nuestra ilusión estar en Holanda en 2017.
—¿En el Mundial se dio un paso adelante, pese a caer a las primeras de cambio?
—Sí, por supuesto. El fútbol femenino ha llegado a todos los hogares y hasta entonces no. Se ha dado a conocer en España y eso seguro que hace que no solamente esté aceptado, sino que sea un deporte querido. Ha sido muy positivo.
—¿Cuál cree que fue el aspecto que falló en Canadá?
—Eso no me corresponde a mí decirlo. Yo vi lo mismo que todo el mundo desde su casa porque no estuve allí. Ahora es el momento de pensar en el presente y en el futuro.
—¿Cree que España puede tener un problema en lo físico?
—Sí, estamos todavía dos escalones por debajo en eso. Lo que sí hay es un potencial enorme. Y lo más importante sí lo tenemos, que es el talento. La calidad técnica y táctica existe en España, a diferencia de otros países. En el plano físico creo que vamos a ir mejorando cada año, porque es algo entrenable y mejorable. En cambio, el talento se tiene o no se tiene. En España, todos los que nacemos aquí, tenemos un gen futbolístico y competitivo.
—¿Tiene que ver con que la liga no esté tan profesionalizada como la alemana, por ejemplo?
—Cuantos más partidos de alta competición tengan las jugadoras más positivamente repercutirá en la Selección. Que jueguen en las ligas más profesionales de Europa es bueno. Cada vez hay más televisiones y gracias a eso podemos seguir su desarrollo. También estamos en contacto con sus clubes.
—Ya había varias internacionales jugando fuera y tras el Mundial son algunas más…
—Tenemos futbolistas con un gran talento que encajan en los mejores clubes del mundo. En los torneos hay ojeadores que se las llevan a los grandes clubes. Es normal.
—¿El éxito del deporte femenino español es una casualidad o una realidad?
—Es fruto del trabajo y del apoyo. La barrera cultural se ha superado. Está totalmente aceptado que la mujer juegue al fútbol, al baloncesto, al waterpolo o conduzca coches de F-1. Una vez que nos hemos dado cuenta de eso, de que somos buenos, han llegado los éxitos.