Disponer de Gerard Moreno en el Trofeu Ciutat de Barcelona, este domingo ante el Betis, es el gran anhelo del Espanyol, que daría un golpe de efecto a la inquietud sobre la falta de pegada. Y en esa dirección van encaminadas las negociaciones entre el club perico y el Villarreal, donde milita el delantero. Unas conversaciones que deberían experimentar ya su recta final, puesto que son los presidentes quienes van a tomar el mando.
Joan Collet y su homólogo en el Submarino, Fernando Roig, tratarán de hallar un punto intermedio entre los 2,5 millones que inicialmente pedía el Villarreal por el traspaso de Gerard y los 500.000 euros que ofertaba el Espanyol. Y esa discusión podría estar en una cifra que rondaría los 1,5 millones. Eso sí, a cambio, y como explicó AS en su edición de ayer, los ‘groguets’ se quedarían con un 50 por ciento de los derechos federativos del ariete catalán, para recuperar de algún modo lo que dejarán de ganar ahora en una hipotética futura venta del jugador.
Para el Espanyol no es la operación más deseable, pero sí la que está más cerca de sus posibilidades económicas. Y, sobre todo, de aceptarla supondría anteponer las necesidades deportivas al rendimiento financiero. Para el Villarreal tampoco será la mejor venta posible, pero dos factores están resultando determinantes en que el futuro de Gerard Moreno esté cada día más cerca de Cornellà-El Prat: que queda libre el próximo curso y saldría gratis de Vila-Real y que el propio jugador está presionando desde hace semanas a su actual club para regresar a la entidad donde se formó.
Obviamente, ayudaría y mucho a acelerar su llegada al Espanyol el hecho de que el Villarreal se hiciera cuanto antes con los dos delanteros que pretende, Cédric Bakambu y Roberto Soldado.