Cuarenta y cinco minutos, dos goles de Griezmann y uno de Torres. Esa fue la historia del Shanghai SIGP-Atlético. Nada más. El Atlético jugó los mejores 45 minutos de esta pretemporada con un fútbol como el Cholo quiere, incisivo y de tiqui-taca, y con Griezmann una vez más SuperStar. Torres marcó nada más salir, tras el descanso, y se acabó el partido, aunque eso sí, en esos primeros 45 minutos se pudo ver a qué aspira este Atlético. Ordenado, combinativo y de ideas claras. Además, de juego guapo. Aspirante a todo, vamos.
Y eso que el Shanghai SIPG no comenzó mal, con un par de jugadas por la izquierda de Kouassi que demostraron lo que todos sabemos ya, que tiene clase y habilidades para una liga superior que la china. Pero eso le duró a los de Eriksson nueve minutos. Hasta que Griezmann se puso el guante en la pierna, exactamente. Gabi levantó la cabeza y vio el desmarque del francés. Da igual que estuviera a 40 metros. Lanzó el balón, Griezmann hizo un control perfecto, lo cruzó con la zurda, pegadito al palo contrario. Una maravilla marca de la casa. Jefe Grizzi le llaman por allí. Y no van mal desencaminados estos chinos.
Pero no fue el único, porque en el 25, el francés, que siempre es el más listo de la clase, aprovechó un lío de piernas en el área china y un pase atrás de Koke y volvió a marcar. Ahora con la derecha. Griezmann ha comenzado la pretemporada como acabó la temporada. Goleando. Lleva tres. Como si no se hubiera ido de vacaciones. Jefe Grizzi.
Pero los goles de Griezmann sólo fueron un colofón a esos 45 minutos casi perfectos del Atético. Con ese fútbol que busca el Cholo, más combinativo y triangular. Todos sus jugadores estuvieron bien. Juanfran y Siqueira subiendo al ataque con criterio, Tiago y Gabi muy concentrados, Koke, a su antojo en esa posición, la banda, en la que tan bien se siente (tanto que intentó de nuevo, como en Japón, el gol olímpico, en el 28, pero esta vez se lo sacaron entre la madera y el portero)… Y Óliver. Ojo con Óliver y su fútbol de corbata. Volvió con matrícula de Oporto, pero busca cum laude con el Atlético. Y va de camino. Estuvo soberbio. Combinando siempre con criterio. Mimando el balón. Moviéndolo a su antojo. Qué futbolista.
Y eso que los rojiblancos se encontraron con otro enemigo que no esperaban. Porque sabían del calor y la humedad (a los 15 minutos sus camisetas ya parecían neopreno) pero no contaban con el estado del césped, más patatal que césped. Tras el descanso, Griezmann, Koke y Tiago se quedaron en el vestuario y salieron Torres, Saúl y Carrasco para finalizar el partido en un minuto. Y es que fue salir y marcar Torres de cabeza gran un gran pase de Carrasco. Era el minuto 46. Fin de la historia.
El segundo tiempo, prácticamente, sobró, salvo para ver las ganas que tienen también los hipotéticos suplentes de participar y hacer grande a este equipo. Y para ver a Xu Xin, el chino del Atlético, cumplir el sueño de un país: ver a uno de los suyos con la rojiblanca. Fue en el minuto 64. Y el Shanghai Stadium casi se cae.
Buena prueba para el Atlético. Cierto es que el Shanghai SIPG apenas fue rival. Que la liga china está muy por debajo de la española. Pero también pasaba eso en Japón y el Atlético sólo fue capaz de ganarle al Sagan Tosu a los penaltis. Hoy no. Hoy sacó sobre el césped lo mejor de su armario. Sólo es un partido de pretemporada, pero las sensaciones son buenas. ¡Ah! Y recuerden: todavía faltan por sumarse a la fiesta cuatro: Godín, Giménez, Filipe y Jackson…