Ocurrió en el verano de 2012. Hace ya tres años. Sólo uno antes de protagonizar el traspaso más caro de la historia abandonando el Tottenham por el Madrid (101 millones). Bale venía de cuajar una temporada más que notable a las órdenes de Redknapp. Sus 13 goles y 17 asistencias en la 2011-2012 le habían valido incluso un hueco en el once ideal de la Premier como mejor extremo izquierdo de la competición. Un año antes, después de haber dejado atrás sus tiempos como lateral, ya había llamado la atención en una noche de Champions ante el Inter de Milán tras exhibir su zancada labrada en el rugby para ridiculizar a Maicon (entonces uno de los mejores laterales del mundo) con un hat-trick.
Para Bale, sin embargo, no era suficiente. Algo fallaba. El ahora futbolista blanco no era feliz porque veía que esos números le situaban todavía muy lejos de los de otras estrellas a las que siempre había soñado con emular como Cristiano o Messi. El galés sentía que tenía el potencial para igualarles, pero que competía en inferioridad al jugar encorsetado en la banda mientras las estrellas de Madrid y Barça campaban a sus anchas en sus clubes. Y así, aprovechando la llegada de Villas-Boas (sustituyó a Redknapp), instó a su nuevo técnico a darle la posibilidad de jugar de mediapunta. El galés aparcó su habitual timidez y, según confesó un año después el propio Villas-Boas, llamó a su despacho con la petición. “No estaba llorando, pero se quejaba un poco. Me llamó a la puerta y me dijo que quería que le ayudara a divertirse jugando. Tuvimos una buena conversación y resultó satisfactoria para todos.”
Villas-Boas se plegó al galés, le colocó por detrás del nueve y el resto es historia. De 13 goles pasó a 26 y de tener un pequeño hueco en el once ideal de la Premier League pasó a ser la gran estrella del torneo. Ganó todo premio que se puso a su alcance para colocarse en el escaparate como el fichaje más deseado por Florentino Pérez… La historia se repite tres años después en el Madrid. Bale tampoco acabó feliz la pasada temporada en la derecha. Su agente así se lo hizo saber a Florentino y Benítez parece dispuesto a seguir la fórmula de Villas-Boas. En esta pretemporada, el galés aún no ha justificado ese cambio. Hoy tendrá una nueva oportunidad en su reencuentro con los Spurs.