Rafa Muñoz pagó su mala salida (fue el último en reacción) y fue a remolque en la semifinal de los 50 mariposa, lo que le impidió meterse en la final de mañana. El cordobés, que por en las sesiones matutinas había logrado el tercer mejor tiempo de los participantes (23.36), empeoró por la tarde sus registros (23.44). El corte estaba en 23.29, tiempo establecido por el brasileño César Cielo.
“Me quedé a las puertas de la final. Sin más vueltas. La valoración es muy positiva porque entreno en condiciones nefastas”. Así de rotundo, como de costumbre, se mostró Muñoz, que esta temporada ha decidido vivir en Esplugues y se ejercita en la piscina del L’Hospitalet, al margen de los programas de la RFEN para los nadadores becados. “La piscina no es de un persona de mi nivel”, añadió el nadador, que ha sido padre recientemente.
El indiscutible favorito al oro es el francés Florient Manaudou, el único velocista en bajar de 23 segundos (22.84). Le siguen el brasileño Nicholas Santos (23.05) y el superclase Laszlo Cseh (23.06), quien ya ha cumplido 30 años. Lo que si queda claro es que será casi imposible que los participantes superen el récord del mundo, en poder de Muñoz desde 2009, que ya perdura más de seis años (23.44).