La final de la Community Shield (equivalente a la Supercopa española) abre la temporada en Inglaterra con un aperitivo de lujo entre Arsenal y Chelsea. El equipo gunner se mide al vigente campeón de la Premier 64 días después de echar el telón a la pasada temporada con la conquista de la FA Cup y apenas seis días antes del inicio de la liga.
El momento, con los equipos aún a medio hacer y más de un jugador recién salido de la playa, rebaja ligeramente las revoluciones. No obstante, el partido se presenta como un buen test de lo que está por venir y material suficiente como para propagar un incendio. Wembley será el escenario para el primer combate del año entre Arsene Wenger y José Mourinho, acicateado por la rivalidad lógica de un derbi de Londres y la presencia de Petr Cech y Fábregas con la camiseta que hace no tanto repudiaban.
La guerra entre los dos entrenadores se remonta a la temporada 2004-2005, en la que el portugués aterrizó por primera vez en Stamford Bridge. Mourinho marcó ese día un antes y un después en la historia blue pero también en su vecino londinense. Wenger pasó de ser el gran capo de la ciudad, tras su gesta de los “invencibles” (el Arsenal había ganado la Premier anterior sin una sola derrota), a convertirse en un “experto en fracasos” para su rival (así lo denominó el propio Mourinho hace un par de temporadas).
El técnico francés, de hecho, apenas suma un par de títulos de FA Cup desde entonces (las doce últimas temporadas) y acumula ya 13 partidos de 13 sin conseguir la victoria (siete derrotas y seis empates) contra el portugués. Y, como si la estadística no fuera ya suficiente pesadilla, Mourinho aumentó la tensión en la previa después de acusar a su rival de ir de víctima con los fichajes cuando en realidad ha sacado la cartera a pasear para fichar a estrellas destacadas como Özil o Alexis Sánchez.
El delantero chileno, todavía fuera de forma tras la Copa América, hoy no estará pero lo cierto (aunque los números demuestran que Mourinho ha gastado más) es que Wenger ha dejado atrás los años de austeridad y la afición gunner encara el partido con el entusiasmo anterior a la época de Mourinho. Este verano, de momento, sólo ha llegado Cech para reforzar la portería, pero el hecho de habérselo robado a su rival vale doble.
De esta forma, el debut oficial del guardameta ante el equipo donde aún es considerado leyenda pondrá en la sombra incluso la presencia de Fábregas con la camiseta blue. Por su parte, Falcao podría debutar en un Chelsea únicamente renovado por el colombiano y el meta Begovic.
Siete españoles podrían ser protagonistas de la gran final
Hasta siete españoles se darán hoy cita en la final de la Supercopa inglesa con seis de ellos como favoritos para ser titulares. Diego Costa, pese a que terminó el último amistoso contra el Barcelona tocado, apunta a ser la referencia ofensiva de un Chelsea con Azpilicueta indiscutible en el lateral zurdo y Cesc Fábregas como cerebro.
Mientras tanto, Cazorla, recién renovado por el Arsenal, será el líder del equipo de Wenger junto a Özil ante la ausencia de Alexis Sánchez. El asturiano ha dejado atrás sus tiempos por los extremos para sacar a relucir su genial último pase con ambas piernas desde la medular.
El velocísimo Héctor Bellerín, excanterano del Barça, podría ser la opción de Wenger para frenar a Hazard desde el lateral diestro por delante de Debuchy después de que la temporada pasada se convirtiera en una de las sensaciones de la Premier. En la otra banda Monreal lucha por un puesto con Gibbs mientras que Arteta, el capitán, aportará su veteranía desde el banquillo.
El Arsenal ya ganó el título el pasado año tras vencer en la final al Manchester City para sumar su Community Shield número 13. El Chelsea, por su parte, solamente ha levantado el trofeo en cuatro ocasiones y busca la quinta.