La piscina de saltos vivió el jueves por la noche una jornada histórica. La norcoreana Kim Kuk Hyang, de 16 años, logró contra todo pronóstico la primera medalla de oro para su país en la prueba de plataforma 10 metros, la modalidad estrella y más visual de este deporte. Hyang superó el poder chino y japonés, y tumbó a las favoritas con dos saltos perfectos, que lograron el diez. No pudo contener las lágrimas, unas lágrimas de represión y, al mismo tiempo, de orgullo. “Me gustaría agradecer al gobierno y a toda nuestra nación la ayuda que nos ha dado”, aseguró la joven deportista, que hizo el saludo militar a su jefe de Estado, el controvertido Kim-Jong Un, en el podio.
Los deportes más populares en Corea son fútbol, baloncesto, voleibol y taekwondo, aunque el país cada vez está mejorando en deportes individuales debido a una política de acuerdos colaborativos con otros países para que sus atletas vayan a formarse en lugares con más recursos. “El ganar no se considera un triunfo individual, sino de toda la nación. En los Juegos de equipo se intenta inculcar la camaradería que luego se necesita en el país”, comentó Cao de Benós, representante del país en Occidente, en una entrevista reciente.
La propia Hyang refuerza sus palabras. “Espero que la gente salga a las calles para festejar este éxito. Quiero volver a mi país y poder celebrarlo. Quiero traer la medalla de oro en los Juegos de Río”, comentó. Hyang ingresó en la familia de los saltos a los 12 años y en apenas cuatro, con un régimen duro de cinco horas de entrenamiento al día en las que realiza alrededor de 40 inmersiones, ha logrado el primer éxito para la natación norcoreana.