Esta semana los dos shows de la WWE terminaron con un gran sorpresa. Si en RAW regresó Paige junto a dos exluchadores de NXT (Mandy Rose y Sonya Deville), en la última edición de SmackDown otras tres luchadores de la marca azul llegaron para quedarse.
Se tratan de Ruby Riot, Liv Morgan y Sarah Logan, quienes debutaron a lo grande: atacando a Charlotte Flair y Natalya cuando estas se enfrentaban por la revancha del título femenino. Pero eso no fue todo, además se dieron el gusto de posar en señal de victoria ante la campeona, quien yacía en la lona.
Las exNXT ya habían anunciado su llegada antes de este hecho, pues aparecieron en los bastidores frente a Naomi. La extitular no tuvo reacción y fue masacrada por el trió. A pesar de que Becky Lynch apareció, la situación no cambió y recibió una paliza.
Cabe señalar que la noche anterior en RAW, también ocurrió lo mismo. Cuando Mickie James, Alicia Fox, Sasha Banks y Bayley luchaban por una oportunidad al cetro de Alexa Bliss, el encuentro fue interrumpido por Paige, Sonya Deville y Mandy Rose, quienes acabaron con todas. ¿Acaso la NXT quiere demostrar que sus superestrellas son las mejores?