La política de fichajes del Almería está cambiando en este mercado invernal. No sólo porque Alfonso García haya vuelto a optar por hacerse con jugadores en propiedad antes que elegir la opción del préstamo, olvidando incluso la política de fichajes a coste cero (por Chuli desembolsó 500.000 euros), sino porque ahora la decisión del entrenador es fundamental. Antes de cerrar una incorporación, el empresario murciano está consultado a Sergi Barjuan sobre el jugador en cuestión.
El vigésimo técnico de la era Alfonso García está teniendo un protagonismo esencial en la confección de una plantilla que busca regresar a Primera División. De las siete incorporaciones que la entidad almeriense ha realizado hasta la fecha, tres ya las conocía Sergi de su etapa en el Recreativo. Se trata de Morcillo, Montoro y Chuli.
El ex del Rayo coincidió con Barjuan en sus dos años en Huelva (12-14), actuando en 68 encuentros, anotando incluso siete tantos, seis de ellos en el ejercicio 13-14, un gran guarismo para un central. Esas dos temporadas también estuvo Montoro, que jugó 68 partidos con Sergi y vio portería en seis ocasiones (todas ellas en la 13-14).
A quien más jugo sacó el preparador catalán fue a Chuli, que vivió en tierras onubenses su mejor temporada como profesional. Fue en la campaña 12-13, perforando la portería rival hasta una quince de veces, su mejor cifra. Con Sergi jugó 39 encuentros, y tras su paso por Sevilla y Leganés, pretende volver a resurgir en el Almería de Sergi.
Los otros fichajes -Casto, Iago Díaz, Hadzic y Fatau- no coincidieron anteriormente con Sergi, si bien la opinión del último fue decisiva para acometer sus incorporaciones. Por ejemplo, antes de que llegase el ex del Rayo, Sergi telefoneó a Paco Jémez para conocer su opinión sobre el ghanés. Además, el Almería también estuvo interesado este estío en otros futbolistas que coincidieron con Barjuan en el Recre, caso de Menosse o Szymanowski.