El Real Madrid se despide de su gira de verano por Australia y China en el infierno de Shanghai. No piensen mal, no habrá ambiente hostil ni arderán los árboles. De hecho, los lugareños aquí son tan animosos que algún cántico en español (o un intento meritorio de ello) se escuchó ayer en el entrenamiento. El problema es que ante el Milán se jugará a una temperatura de casi 40 grados. ¡Qué lejos quedan los siete grados de Melbourne!
Ante el calor sofocante, Benítez tiene previsto variar el once. Tanto que incluso podría descansar Ramos de inicio. Nada tiene que ver esto con el tema de su renovación... Si atendemos a lo que ensayó Benítez, Modric y Benzema, ya recuperados, podrían salir de inicio para que Kroos y Jesé descansen. También la varita de Isco se quedaría en el banquillo para que Lucas Vázquez salga de inicio. Pero nada es seguro porque hasta a los partidos de pretemporada el técnico blanco les da tratamiento de Champions. En su conferencia de prensa al menos. No quiso hablar ni de los que están y se pueden ir (Lucas Silva, Cheryshev…), ni de los que pueden llegar (De Gea), ni de la dieta, ni de los colegas de lengua afilada que siempre tiran a dar. “Lo importante es el partido”, repetía.
Benítez sólo quiere fútbol porque ahí gana. Si no a todos, a casi todos. Ha ordenado al Madrid atrás a base de sus benitinas (esas largas charlas tácticas en los entrenamientos) sin perder pegada arriba. Ha enchufado al grupo y cada suplente que juega se convierte en una buena noticia. El estado de optimismo está declarado y el técnico tiene buena culpa de ello.
Conocidos. Frente a la sonrisa del Madrid aparece un viejo enemigo europeo: el Milán (y un viejo conocido en la portería, Diego López). El equipo italiano, décimo la pasada liga, se está tratando de rearmar a base del dinero tailandés del magnate Bee Taechaubol, fichajes ilusionantes como el del colombiano Bacca o la imaginación gaditana de Suso.
Todo con el fin de recuperar un trono en Europa que perdió hace tiempo. Buen rival para que los de Benítez sigan sonriendo antes de volver a Madrid y dar por concluida la maratón por Australia y China.