Ayer se oficializó el regreso de Hombrados a la Liga Asobal, tras pasar por Qatar y por Alemania al desaparecer el Atlético de Madrid. Tiene 43 años, pero la edad no es obstáculo, ni que el Guadalajara no se encuentre entre los grandes. “Es un club que me permite seguir en activo, y compatibilizarlo con un trabajo para ir pensando en el día que se acabe el deporte”, dice el campeón del mundo en Túnez.
Su fichaje parecía un imposible: no se concretó su vuelta con el Naturhouse La Rioja; el entrenador del Guadalajara (César Montes) se lo comentó al presidente, e iniciaron las conversaciones: un año, y lo que venga. “No es un fichaje por dinero, porque es mi contrato más bajo desde que soy profesional, desde que me fichó el Atlético de Madrid cuando era juvenil del SAFA”, admite Hombrados, que, además, tiene claro que va a tener una gran responsabilidad en su nuevo equipo: “Los aficionados te perdonan todo, pero tu sabes que generas unas expectativas y las quieres cumplir aunque ya no seas el mismo jugador de los 28 años. Sé que me voy a poner nervioso antes de los partidos, porque es la salsa del deporte”.
Moderado. En unos momentos de emigración de los talentos de la Liga, que él vuelva es todo un acontecimiento, aunque tiene claro que no viene a pelear por el campeonato: “Cuando jugué en el Ademar y ganamos la Copa Asobal lo disfrutamos más que dos año antes, que había ganado la Copa de Europa con el Cantabria. Cada club fija sus objetivos en función de su potencial; con el Guadalajara se pueden mejorar los resultados de la campaña anterior”.
En su club saben que han fichado “a una leyenda”, según el vicepresidente, Alberto Quemada, y que será pieza vital en el aumento de abonados para la próxima temporada cuya campaña empieza hoy, y esperan doblar los del año anterior. Ya han recibido peticiones supeditadas al fichaje de Hombrados, e incluso correos electrónicos solicitando su camiseta con el dorsal 43.