Ter Stegen: Cada partido que pasa da más seguridad. Salvó un par de goles nada más empezar. Poco pudo hacer en el gol de Hazard, al que intentó tapar con los pies al más puro estilo de un portero de fútbol sala en vez de lanzarse al balón con las manos. Por arriba ofreció más dudas, como toda su defensa. Con los pies, espectacular.
Douglas: Sigue sin tener suerte. Se marchó lesionado en el minuto 16 tras quedar retratado en el gol de Hazard junto a Bartra y después de hacer un esfuerzo posterior en el que se resintió muscularmente. Estará ocho semanas de baja. Nuevo contratiempo para un lateral que la pasada temporada ya estuvo en blanco por las lesiones y por las pocas garantías que dio para suplir a Alves.
Bartra: Otra oportunidad perdida. No se impuso nunca. Decidió casi siempre mal a la hora de adelantar la línea o ir a la espalda, donde se muestra más cómodo dada su velocidad. En el 1-0 pecó otra vez de falta de contundencia. Por arriba, al igual que Mathieu, hizo aguas. Con el balón aportó poca claridad en la salida. Estuvo mejor cuando tuvo que hacer diagonales para desatascar. Yeso que no es su especialidad. Su estado de forma, que ahora es lo que cuenta, envidiable.
Mathieu: Falto de confianza con el balón y desubicado a la hora de robarlo. Torpe en la anticipación y muy lento al cruce. Por arriba, una de sus virtudes, tampoco se impuso. Mal coordinado con Bartra para tapar a Diego Costa al espacio y para intimidar a Hazard entre líneas. No fue capaz de juntar las líneas con Busquets y Gumbau. Con balón tuvo muy poca aportación: demasiados envíos defectuosos a Suárez a la desesperada.
Adriano: Competitivo. Sin estar ni siquiera cerca de su mejor estado de forma fue de los pocos que equilibró su duelo individual con su marca. En ataque no ayudó demasiado a Sandro. Dobló muy poca veces la banda. Se lo torció el gesto cuando se lesionó Douglas. Primero porque es su amigo y segundo porque con Montoya en el Inter y Aleix Vidal en la nevera, puede que su deseo de irse se vea evaporado.
Busquets: Desasistido. No se sintió nunca cómodo frente a un rival más rodado que en dos toques armaba la contra. Le perjudicó no tener a Piqué cerca para sacar el balón jugado y a Iniesta para mantener la posesión y moverla a uno o dos toques, su especialidad. Físicamente se le vio menos fresco que ante el United, pero es tan inteligente que todo lo disimula. Más que complementarse con Gumbau, dio la sensación de que se estorbaban. Aun así, robó lo suyo. Una garantía.
Rakitic: De los más lúcidos en el Barça. Su despliegue vino bien al equipo para equilibrar las fuerzas con un Chelsea mucho mejor físicamente. Camina muy poco y siempre está haciendo algo, por lo que es protagonista en casi todo lo que pasa en el campo. Pudo marcar el gol del empate en el primer tiempo tras un balón suelto en el área pequeña gracias a un centro de Suárez. Le dio algo de miedo ir al choque con Courtois y eligió mal la zona del pie con la que machacar.
Gumbau: Discreto. Tiene criterio, pero tarda demasiado en ejecutar lo que debe hacer. Le costó hacer de interior cuando Busquets iniciaba la jugada por delante de la defensa y le faltó personalidad para mandar cuando intercambiaron los papales. Le faltan partidos a este nivel para ser más dinámico, soltarse e intercalar con más soltura el pase corto con el largo para evitar la presión contraria.
Sandro: Fue uno de los que aprovecharon la ocasión. Muy dinámico en el primer tiempo y certero en el segundo. Hizo el 1-2 con una rosca magistral desde fuera del área tras encarar a su marcador. Mucho desparpajo y buenas decisiones para intercalar la jugada individual con el juego combinativo por dentro. Ya demostró la temporada pasada que si le dan paso, no defrauda.
Suárez: El mejor una vez más. Ha empezado la pretemporada al mismo nivel o incluso mejor del que acabó su primera temporada en el Barça. Lo remata todo, lo pelea todo y saca petróleo de cada acción en la que interviene. En la primera mitad ya avisó a Courtois con un par de buenos remates. También asistió a Rakitic, que falló un gol cantado. En el segundo tiempo hizo el tanto del empate con una cuchara de calidad tras amagar y sentar a la defensa y a Courtois.
Munir: Demasiado tímido y previsible al inicio, se fue soltando al ver como Luis Enrique cambiaba todo el equipo inicial menos a los dos chavales de arriba para que ganen confianza. Se asoció bien con Suárez y Sandro en la primera mitad pero le faltó más descaro para encarar y sacar brillo a su gran disparo con la zurda. Estuvo combativo y ayudó mucho a Sergi Roberto en defensa. Progresa adecuadamente.
Suplentes
Sergi Roberto: Salió en el 16’ por Douglas y volvió a ocupar la posición de latera. A los pocos minutos de saltar al campo, con 1-0 en el marcador, demostró que la adaptación a esa posición va a ser dura: quedó retratado en un balón en profundidad con destino a Diego Costa en el que tenía la posición ganada y en la que su falta de velocidad posibilitó que el delantero se plantara cara a cara con Ter Stegen. Con balón se sintió más cómodo porque tiene calidad para sumar en ataque y es inteligente para leer los partidos y no complicarse. Parece más necesario como pivote que como lateral.
Masip: Salió en el 60’ por Ter Stegen. Empezó dando una buena sensación de seguridad y falló cuando nadie lo esperaba, en un balón llovido en el que tropezó mientras se hacía un sitio en el área. Con su falló, Cahill cabeceó a placer y empató el partido. En la tanda de penaltis no pudo evitar que los cuatro lanzamientos del Chelsea fueran goles.
Piqué: Dio otro aire a la defensa. Aportó seguridad y buena salida de balón. También le beneficiaron los cambios de Mourinho. Sin Diego Costa (lesionado) y sin Hazard, estuvo más cómodo en el cuerpo a cuerpo con Falcao. Courtois le paró un penalti.
Vermaelen: Mejores sensaciones que ante el United, aunque sigue fallando demasiados pases por querer arriesgar el balón sin deber. Se coloca mejor que Mathieu pero está peor físicamente que el resto de centrales. A 15 días del inicio de la temporada oficial (Supercopas), no está para ser titular.
Alba: Demasiado acelerado. Lejos de su mejor nivel. Cometió una dura falta por la que vio amarilla por arrollar a un rival fruto de su mala colocación. En ataque no pudo prodigarse porque este Barça está tan cómodo contragolpeando que a veces se olvida de tocar y tocar hasta que aparezca el hueco. Ahí, Alba sale perdiendo.
Iniesta: Tuvo media hora y aportó lo que le falta al equipo: pausa, posesión y desequilibrio. Marcó su penalti en la tanda decisiva tras el 2-2 final.
Rafinha: Está de dulce. Rápido, con mucha personalidad y con hambre. Su salida en la segunda mitad dio otro aire más alegre al equipo en la creación. Se le ve cómodo y con confianza, y como la calidad la tiene está para ser titular en el arranque.
Pedro: Eléctrico. Tanto que a veces su juego es algo atropellado. Tiene muchas ganas de agradar y es un quebradero de cabeza para los laterales al ir en apoyo y romper al desmarque continuamente. Está más alejado del gol. Y ahí era determinante.
Halilovic: Salió por Munir al final y volvió a dejar la misma impresión de otros partidos: mucha calidad pero demasiada frialdad. Falló en la tanda de penaltis. Su lanzamiento a lo Panenka se fue al larguero. Está en busca de un sitio.