Cada etapa del Tour paralizó a los colombianos. Por el horario (siete de la mañana) los lugares de trabajo fueron el sitio escogido para disfrutar de la competencia y gritar: ‘¡Vamos Nairo!’ Sería como ganar un Mundial de fútbol, se decía, al imaginar a Quintana de amarillo.
‘Nairo Quintana: el ciclista que no tiene límites’, tituló el diario El Tiempo. Por su parte, El Espectador lo celebró con: ‘Podio colombiano en el Tour de Francia’. Iba acompañado de una imagen de Nairo recibiendo su camiseta blanca de mejor joven. A las reacciones se sumó el presidente Juan Manuel Santos que en su cuenta de Twitter escribió: “En Campos Elíseos se escuchó el Himno Nacional. Gracias @NairoQuinCo. ¡Ese lugar en el podio enorgullece a toda Colombia!”. El Ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, también se pronunció: “Gracias, para toda Colombia eres el mayor #OrgulloColombiano y nuestro embajador del agro”.
En Cómbita, sus coterráneos rodearon la casa del ciclista. Y un mural con su figura dio la bienvenida a medios de comunicación y aficionados que vivieron las etapas finales junto a sus papás Luis Quintana y Eloísa Rojas. Allí estaban muchos ciclistas y campesinos amigos de Nairo, que no olvida sus raíces.
Luego, vino el debate. Si Nairo perdió en la segunda etapa, o lo hizo en los Pirineos, o que tal vez debió atacar antes en los Alpes. Ninguna de las hipótesis impidió resaltar la gran gesta del ciclista y tampoco darle un enorme ‘gracias’ por subir esas montañas como un verdadero escarabajo.