Cruz Azul y Chivas habían sido, hasta antes de Tigres, los únicos equipos mexicanos en llegar a la final de la Copa Libertadores de América. Sin embargo, ninguno pudo consagrarse como campeón. Los dos equipos encararon finales ante equipos grandes de Brasil y Argentina (Internacional de Porto Alegre y Boca Juniors), perdieron en la ida, jugada en México en ambos casos, y no pudieron coronarse en la vuelta. Los Tigres tienen sobre la mesa un guión similar: ida en Monterrey y vuelta en Buenos Aires. ¿La tercera será la vencida?
El grito de Palencia y la Boca silenciosa
La serie por el título de 2001 enfrentó a Cruz Azul, dirigido por José Luis Trejo, con Boca Juniors, quien buscaba el bicampeonato de la Libertadores. El juego de ida, disputado en un pletórico y atestado Estadio Azteca, se lo llevaron los “xeneizes” por la mínima diferencia con gol de Marcelo Delgado. En la vuelta, ante una "Bombonera" bulliciosa, Juan Francisco Palencia le dio la victoria a los mexicanos al empujar la pelota tras un centro potentísimo de José Saturnino Cardozo, refuerzo estelar para la segunda parte del torneo. Antes, Tomás Campos había estrellado un disparo en el poste de Córdoba y Boca Juniors había dado muy pocas señales de vida. Con el marcador global empatado a uno, la final tuvo que definirse en la tanda de penalties, donde el equipo comandado por Carlos Bianchi ganó 3-1 y se quedó con el bicampeonato de América. La Boca, silente y nerviosa, terminó volcánica, como de costumbre, presumiendo su nuevo título de Libertadores: el tercero de su historia, en ese entonces. El sueño celeste había terminado.
Beira Río ahoga a las Chivas
Habiendo recorrido sólo medio camino (las Chivas iniciaron la Copa de 2010 en octavos de final, en compensación por haber sido excluidos de la edición de 2009 por la epidemia de influenza), el "Rebaño Sagrado" arribó por primera vez a la final de la Copa Libertadores. El rival: el Inter de Porto Alegre, campeón en 2006 y que había apeado en las semifinales al Sao Paulo. El partido de ida se disputó en el recién inaugurado Estadio Omnilife, algo que, sin embargo, no les trajo mucha suerte, ya que perdieron 2-1; para los gauchos marcaron Bolívar y Giuliano, mientras que el descuento 'chiva' fue obra de Adolfo Bautista. Para la vuelta, en un Beira Río ardiente, los tapatíos no pudieron revertir el marcador y volvieron a caer, esta vez 3-2. El acrobático tanto inicial de Marco Fabián, que inauguró el marcador, fue en principio esperanzador, pero terminó por ser anecdótico. Los tantos brasileños fueron firmados por Rafael Sóbis, actual delantero titular de Tigres, Leandro Damiao y Giuliano. Las Chivas también se quedaron a las puertas de la historia. Desde aquel 18 de agosto, ningún equipo mexicano había vuelto a una final de Copa Libertadores. Y llegaron los Tigres...