Origen del nombre
(Por Raúl Cancio) En los primeros años del football, lo habitual era que las franquicias adoptaran el nombre del equipo de baseball de la ciudad, siempre con más solera y tradición. Eso ocurrió en Pittsburgh, cuando en 1933 Art Rooney bautizó a su franquicia como Pirates. Tres años después, The Chief decidió individualizar su conjunto con respecto a sus vecinos del bate, y de la encuesta realizada por el Pittsburgh Post-Gazette surgió el apelativo Steelers, tan vinculado con la industria acerera de la ribera del Allengheny.
Propietario: Art Rooney *****
La familia Rooney lleva dirigiendo los designios de los Steelers desde 1933, cuando el patriarca fundó la franquicia. Y aunque han pasado por diversas etapas y avatares, desde los años 70 se han convertido en una de las grandes referencias de toda la NFL. Son unos de los propietarios con más peso y uno de los equipos con más triunfos. Es muy difícil ponerles un pero a su seriedad, profesionalidad y a lo que han aportado para el crecimiento de este deporte y de esta liga.
General Manager: Kevin Colbert *****
Hay una razón por la que Kevin Colbert es un general manager de los que no suenan en exceso a los aficionados a pesar de llevar desde el año 2000 en el puesto. Es porque hace las cosas como se hacen en los Steelers y su trabajo nunca está bajo los focos. Ha construido algunos equipos memorables y ha mantenido a la franquicia peleando por la Super Bowl, siendo relevante, todo este tiempo. El reto sigue siendo mayúsculo, con una división potente, pero es el hombre adecuado para ello.
Head coach: Mike Tomlin ***
El único punto discutible en el sistema ideal de los Steelers es su entrenador. Aunque ganó la Super Bowl de la temporada 2009, Tomlin no ha sido capaz de mantener la excelencia en el campo y ha acabado por destruir la imagen de equipo eternamente defensivo que tenían en Pittsburgh para mutar en un “fantasy team”, por así decirlo, más ocupado en grandes estadísticas que en victorias. Su balance, pues, es agridulce. Su mayor empeño, y así se desprende de los últimos drafts, es volver a construir una defensa en la que asentar el equipo, algo que siempre gustará y será aplaudido por su afición, pero que aún está lejos de poder recuperar.
ESTADIO: Heinz Field, un estadio homenaje al acero ****
(Por José Villelabeitia) Tras la construcción del PNC Park, donde juegan los Pirates de la MLB, la intención de la ciudad era hacer una profunda renovación del Three Rivers Stadium y adaptarlo solo para football. Los Rooney, una institución de la ciudad y la liga, insistieron en construir un nuevo estadio más adaptado a los estándares NFL. Finalmente es lo que se hizo, y así nació el Heinz Field. En homenaje a la tradición acerera de las ciudad se usaron mas de 12.000 toneladas de acero en su construcción. El resultado es un estadio abierto cuyo fondo ofrece una imagen inigualable del “skyline” de la ciudad del acero.
AFICIÓN: Una toalla amarilla como bandera *****
(Por José Villelabeitia) Antes de la llegada de Chuk Noll a la franquicia los Steelers no importaban a nadie mas que a la familia Rooney. El equipo era un completo fiasco y la ciudad estaba completamente volcada en los Pirates de la MLB. Chuck Noll no solo levantó deportivamente a la franquicia, sino que también creó una afición que se identificó con el estilo del equipo, juego de carrera, defensa, sacrificio y lucha. Un estilo que se integró a la perfección con una ciudad de perfil obrero y luchador, que usó como símbolo una toalla amarilla, usada para secar el sudor. El equipo cuenta sus partidos por llenos desde 1972.
CHEERLEADERS: Steelerettes, las primeras cheerleaders
(Por José Villelabeitia) El primer equipo de la NFL en tener cheerleaders fueron los Steelers con las conocidas como “Steelerettes”. Las bajas asistencias al estadio fueron el motivo por el que un grupo de chicas locales del Robert Morris Junior College se animaron a crear la banda, idea que luego copiarían otros muchos equipos. En 1969 cancelaron la escuadra y desde entonces el equipo no cuenta con animación, algo que además casa muy bien con el estilo e identidad que Chuck Noll daría al equipo en la década de los 70.