Es el único motivo de los hinchas nerazzurri para sonreír. La más que gris temporada pasada del Inter al menos les sirvió para que Mauro Emanuel Icardi (Rosario, 19-02-1993) se confirmase como uno de los nueves jóvenes más prometedores de Europa. El argentino fue el capocannoniere de la Serie A con 22 goles, los mismos que Luca Toni (Verona).
Lo curioso es que el rosarino pudo tener un futuro junto a su paisano Messi en el Barça. La familia Icardi emigró a Canarias siendo el delantero interista un crío y el club azulgrana le echó el guante con 14 años tras haber metido más de quinientos goles con el Vecindario. El Barça sudó para ficharle (Real Madrid, Liverpool y Arsenal pujaron) pero sólo duró en La Masia tres años. En 2011, Icardi veía que no encajaba y pidió al Barça que le permitiera irse. La Sampdoria fue su destino y a un precio que hoy día suena a chollo: sólo 350.000 euros.
En Génova se destapó en la 2012-13 (10 goles en la Serie A) pero comenzó a ser más conocido por llenar programas del cuore en Italia y Argentina. ¿El motivo? Su polémica relación con Wanda Nara. La conoció cuando era la esposa del exculé Maxi López, amigo y compañero suyo en la Sampdoria. Un triángulo amoroso aireado en Twitter que acabó en divorcio, matrimonio entre Icardi y la modelo y Maxi negándole la mano a su compatriota en un partido...
El Inter apostó por él en 2013 pagando 12 millones y ahora los grandes vuelven a por él. “El Madrid me ha pretendido, pero soy feliz en el Inter”, dijo ayer. Por si acaso, le acaban de renovar (con un lucrativo aumento de sueldo) hasta 2019.