Alejandro Valverde (Movistar), tercero en el Tour de Francia, dijo antes de subir al podio que "ya no quedan lágrimas" y que se trataba de "un momento muy emotivo. No me quedan lágrimas, estoy muy contento porque esperaba esto desde hace mucho tiempo. Es algo muy emotivo", dijo.
Tras bajar del cajón, aseguró que "el Tour es especial, lo más grande, un honor estar ahí". Un premio al "sacrificio tras muchos kilómetros" y algo que no había logrado nunca en su extenso palmarés: "Pensaba que no lo iba a conseguir".
Además, habló de los retos futuros: "Aún quedan muchas cosas buenas, ahora quiero ser campeón del mundo". Sobre la Vuelta, cree que estará: "A día de hoy me siento cansado, pero me recuperaré bien".