Clara Camacho (Madrid, 1994) debuta con todas las de la ley en un Mundial de Natación. Y lo hace, después de cuatro años ligada a la Selección, como pareja de Ona Carbonell en el dúo técnico. Esta estudiante de psicología lleva apenas dos meses y medio preparando la coreografía con la solista del equipo, multiplicando sus horas y aguantando la presión que eso conlleva. Pero a Camacho le van los retos. Siempre destacó en su generación y fue solista del equipo júnior durante muchos años. Con un gran dominio de los elementos técnicos, las entrenadoras no se lo pensaron dos veces cuando decidió que probara junto a Ona. Ella recoge el guante: “Me lo tomo como si fuese una oportunidad que nunca más me la fuesen a dar. Fue una sorpresa, y Ona me ha ayudado mucho. Tengo la presión de nadar un Mundial con ella y eso me hace subir el nivel. Mejoré la técnica para igualarme a ella. Nos parecemos mucho dentro del agua”.
El deporte siempre ha formado parte de su vida. Su padre, Ricardo Camacho, pasará a la historia de la natación española como el primer saltador de trampolín que acude a unos Juegos Olímpicos. De hecho, lo hizo en tres de ellos: Montreal, Moscú y Los Ángeles. “Antes de empezar con la sincro me metí en el salto de trampolín por mi padre, pero con el tiempo me cambié porque a mi apasionaba la música y el baile. Empecé con diez años y con 13 ya participaba en Campeonatos de España. Luego, ya me llamó la Selección”.
Una amplia carrera por delante en la que, al margen de sus condiciones físicas, la madrileña reconoce que la fuerza mental puede ser clave, por eso decidió, a través de la UCAM, estudiar psicología. “La sincro tiene un componente mental que ayuda a seguir en el día a día a tope, entrenar concentrada y mantener el chip todo el año. Entrenas mucho y tienes que ser fuerte”.
Tras la preliminar de la mañana, Camacho espera mejorar en la final. “Quiero vivir la experiencia de que mi primer Mundial. Quien me iba a decir que tendría tanto nivel y presión. Me acuerdo de la familia en estos momentos. Mi padre me ayuda mucho aunque sea desde la distancia”.