Nairo no esperó hasta la subida a Alpe D'Huez para atacar. Lo hizo nada menos que antes de la llegada al puerto de Le Croix de Fer. Aunque en la bajada Christopher Froome alcanzó al colombiano y a su compañero Alejandro Valverde, el arrancón de Nairo hizo que el Sky se rompiera y obligó a Froome, por un momento, a irse sólo a defender su liderato.
Nairo y el Movistar habían previsto que en la penúltima y definitiva etapa del Tour iban a atacar mucho antes y así lo hicieron, aunque en el desenfrenado descenso el grupo en el que iban Poels y Porte, los compañeros de Froome, y los alcanzó, pudieron asustar al portador de la camiseta amarilla.
Ante esto, el Sky tomó precauciones y Thomas llegó también a acompañar a su líder, también se sumaron al grupo de Quintana y Froome, Bardet, Mollema y Joaquim Rodriguez.
Kilómetros más adelante se imponía ante el pelotón el admirado Alpe D'Huez. Y con el las estrategias y la ambición del Movistar y Nairo que comenzaba a animar los últimos metros del Tour.
El colombiano no esperó mucho tiempo para intentar sus primeros ataques, lo intentó tres veces al inicio de la subida pero Froome y su séquito no lo dejaban irse. Sin embargo, Winner Anacona que había conseguido irse adelante, iba a ser la perfecta ayuda para el capo del Movistar.
En el cuarto intento, Nairo lo logró. Consiguió despegarse de los molestos ayudantes de Froome y dejó atrás al líder de la competencia, que a esa altura no la pasaba bien. El colombiano se encontró con Anacona quien comenzó a trabajar para él y a descontar más tiempo con respecto al británico.
Pero Nairo no era el primero, así que libraba la batalla de descontarle a Froome pero también la de alcanzar al francés Thibaut Pinot, que tampoco quería irse en blanco en el Tour.
A cuatro kilómetros de la meta, Nairo ya había sacado un minuto a Froome y estaba a 34 segundos de Pinot. Estaba al borde de alcanzar la hazaña, de demostrar que esa montaña no defrauda a los colombianos, que correr allí es como estar en la tierra, lo había ya hecho Lucho Herrera y Nairo quería dejar su nombre también en la inmortalidad de las curvas del Alpe D'Huez.
Pero no ganó, no dio alcance a Pinot. Tampoco le descontó a Froome el tiempo suficiente para ganar el Tour. Pero tal vez lo que hizo fue más grande para un país que solo pensó en sus piernas durante tres semanas. Se entregó, dejó la piel, pedaleó con pasión dejando un poco la estrategia de lado, como no lo había podido hacer en otro momento durante la competencia. Fue Nairo, el Nairo que conocemos y que admiramos. Nuestro Nairo.
Al final, terminó a 1 minuto y 12 segundos de Chris Froome y llegó segundo en la penúltima fracción a sólo 18 segundos de Pinot. La camiseta de los jóvenes es suya y terminó con un segundo lugar en la clasificación de la montaña con 108 puntos.
Otra vez se parará en el podio, como lo hizo hace dos años. Y su actuación es memorable por llevar el peso de ser líder por primera vez, porque ahora lleva encima más kilómetros y experiencia que la servirán en el título que seguro ganará en algún momento y porque le devolvió la alegría al Tour así fuera en las dos últimas etapas.
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