Sergio Valdeolmillos es todo pasión y sinceridad. Tras concluir su participación panamericana, el español repasa las circunstancias que le trajeron de vuelta al cargo de entrenador de México y asegura que en ese país hay gente interesada en que la selección no destaque.
Valdeolmillos fue presentado en junio como nuevo seleccionador de México, cargo que ya ostentó entre 2011 y 2014. Con él, México fue plata en los Panamericanos de Guadalajara 2011, conquistó el Premundial Fiba América 2013 y el Centrobasket de Nayarit en 2014.
También participó en el Mundial de España de ese mismo año.
Pero por problemas administrativos y de impagos, con demandas de por medio contra el Comité Olímpico y la Liga Profesional, la relación entre ambas partes llegó a su fin en septiembre pasado, cuando fue sustituido por Bill Cartwright.
Las autoridades mexicanas, sin embargo, dieron marcha atrás y decidieron traer de vuelta a Valdeolmillos, que no se muerde la lengua y dice lo que piensa después de quedar en último lugar en Toronto con una plantilla repleta de lesionados.
"He vuelto, primero, porque los jugadores me lo piden. Segundo, porque quiero jugar el Preolímpico. Y, tercero, porque soy entrenador, vivo de esto y quiero recuperar las situaciones administrativas que han incumplido conmigo", dijo Valdeolmillos en una entrevista con Efe.
El técnico no olvida que aterrizó "hace 20 días en México" y muchos jugadores que han estado presentes en los Panamericanos "ni tenían en mente venir".
"Vienen porque yo he vuelto. Eso es una realidad. Vienen por lo que hemos construido aquí. Pero las cosas no se pueden hacer mal constantemente", afirmó el granadino, de 48 años.
"En estos tres años atrás, sabiendo lo que es México, con sus problemas de organización, planificación, incoherencias... hemos demostrado que haciendo las cosas con lógica, México puede estar en el panorama internacional", manifestó. "Pero está claro que hay gente a la que no le interesa", advirtió.
"Así llega mi destitución y todo el año sin hacer seguimiento de jugadores ni nada. El mecanismo se pone en marcha hace 20 días, cuando vuelvo. Se han ido incorporando jugadores a cuenta gotas -lamentó- pero no son los que quería".
Valdeolmillos explicó que al regresar al cargo se encontró con una lista de jugadores para los Panamericanos confeccionada previamente y que él quería contar con otros hombres que ya no podían acudir a la cita.
"No se puede venir a un torneo como los Panamericanos y que nosotros seamos los irrespetuosos, no cumpliendo con ciertos conocimientos administrativos y deportivos para saber que hay que respetar a los rivales y hay que venir con un equipo con cara y con ojos", aseguró.
Tras la plata en Guadalajara 2011, Valdeolmillos anhelaba que la situación del baloncesto en México diera un vuelco total en cuestión de organización y planificación.
Entonces contó con 27 días de entrenamientos. Esta vez, para Toronto 2015, han sido menos.
"Las cosas en México no cambian", apuntó.
"Cuando mínimamente hemos podido prepararnos en condiciones, el equipo ha podido ser competitivo. Si ponemos los pies en el suelo, dentro del panorama en Latinoamérica, México no está ni entre los tres o cuatro primeros puestos. Por eso México tiene que tener una continuidad y una filosofía para construir, donde las autoridades ayuden y respalden ese trabajo con cierta cordura", manifestó.
El próximo reto de Valdeolmillos con la selección es el Preolímpico de México, clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, un campeonato que para él supone una gran motivación y para el que probablemente contará con jugadores como Gustavo Ayón, Jorge Gutiérrez, Lorenzo Mata y Alex Pérez.
"Va a ser sumamente complicado y también ilusionante", indicó.
"Hay que competir de tú a tú y vamos a sufrir, con el peor y con el mejor equipo. Pero México, en plenitud de condiciones, tiene casta, garra e instinto asesino. A ver qué somos capaces de hacer con 12 hombres", sostuvo.
Valdeolmillos ha llevado a México a cotas impensables no hace muchos años, pero no siente ninguna "obsesión" por volver a España.
"Tristemente, también hay mucha política en España", confesó.
"Unos consideran que con 48 años soy viejo, estoy pasado de vueltas, que si mi carácter, que si políticamente incorrecto... Yo disfruto entrenando y soy un privilegiado. Estoy orgulloso de dónde estoy. Estoy a gusto. He aprendido y quiero mucho a México", reconoció.
"Si soy crítico", concluyó, "es porque me da coraje. Se podrían hacer muchas más cosas".