El Espanyol ha puesto esta mañana punto y final a la estadía en Austria y poco antes de las 12:00 aterrizó en el aeropuerto de Barcelona. El conjunto blanquiazul disputó dos encuentros, ante Colonia y Kasimpasa, y las sensaciones fueron muy buenas. Dos triunfos y la Copa Betsafe fue el botín obtenido. Sergio González hizo balance en tierras austríacas y se mostró contento por el trabajo realizado, pero tiene claro que es pronto para dejarse llevar por la euforia: “La gente es realista, valora que el equipo ha hecho un gran esfuerzo pero también sabrá que es pretemporada. Es cierto que a nivel anímico siempre ayuda ganar, pero los resultados no tienen que cambiar la forma de trabajar ni las ideas que mantenemos para el inicio de Liga. La gente sabe que se han ido piezas muy importantes y que estamos trabajando para que se note muy poco. Las ilusiones han de ser altas, pero reales”.
En la valoración de la plantilla, Sergio tiene claro cuáles son las necesidades: “Falta un central y como mínimo, un delantero. La dirección deportiva sabe las necesidades que tenemos y hay plena confianza”. La llegada del defensa está al caer y argumenta la necesidad de que sea inminente porque “ahora mismo quitando a Raíllo, para jugar en Austria hemos tenido que recolocar a Duarte; Lluís tiene muchas condiciones y está con nosotros, pero están en ese proceso de hacerse jugador; y Marc está en una posición que no es la suya”. La portería sí está cubierta con la llegada de Francesc Bardi pero al meta italiano ya se le ha dejado claro que deberá dar un extra para arrebatarle la titularidad a un Pau que “cuenta con toda nuestra confianza. El año pasado ya lo demostramos y sabe que parte con cierta ventaja. Bardi viene para competir con él a tope. Es un portero joven, pero con experiencia en partidos en Segunda y Primera. Los dos deberán pelear por ese sitio en la portería”.
Hasta el cierre del mercado, el técnico blanquiazul está preparado para todo y en cuanto a las bajas espera que Héctor Moreno no abandone la entidad: “Siempre cuento con los que tengo y ahora mismo Héctor Moreno es jugador del Espanyol, es nuestro y hasta que no se me diga lo contrario las cábalas son para la prensa”. Ha recibido ofertas para salir, pero el hecho de haber aceptado ser el segundo capitán le acerca a continuar. Al menos así lo entiende Sergio. “A nivel individual siempre nos ha demostrado las ganas de quedarse con nosotros, que está metido en el equipo, de que está acorde con los que representamos aquí y en ese aspecto nunca hemos tenido ninguna cosa en contra. Por eso soy positivo, optimista y creo que se va a quedar con nosotros. Otra cosa es que el tiempo nos muestre que no, pero el tiempo dirá”. En cuanto a la toma de decisiones sobre aquellos jugadores con un futuro incierto, el entrenador perico se marca los partidos en Inglaterrra del fin de semana, ante Reading y Southampton, como claves para desvelarles si se cuenta con ellos o no: “Lo que tampoco queremos es demorar mucho las decisiones porque después hay que tener soluciones”.
Sergio vive su segunda pretemporada como técnico del Espanyol y se mostró orgulloso de contar con la confianza de directiva, jugadores y afición: “Todo el cuerpo técnico está muy satisfecho de volver a estar aquí, de repetir experiencias. Ser entrenador del Espanyol para mí es lo máximo”. Con más experiencia, considera que esto le da un plus porque “los jugadores nos conocen de un año, saben cómo trabajamos y lo que nos gusta. Hay muchos que ya saben lo que el cuerpo técnico les pide y es una ventaja y un avance. Esto hace que la adaptación sea más rápida y ojalá que eso nos ayude a ser mejor equipo”.