El mexicano Sergio Pérez superó aparentemente ileso el fuerte accidente que sufrió hoy en el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Fórmula 1 de Hungría.
"Gracias a dios, está todo bien", dijo el piloto de Force India tras su regreso al boxes.
"El circuito está de momento muy sucio. El auto se me fue de atrás y me estrellé contra el muro", explicó el mexicano, que no cree que la causa del choque haya sido un problema de suspensión.
"El auto quedó bastante dañado, pero espero que podamos recuperarnos y aprovechar algo de la segunda sesión de prácticas", señaló.
Pérez se salió del trazado a toda velocidad por razones aún no aclaradas y estrelló su bólido contra las barreras de seguridad, donde rebotó y se dio la vuelta.
El mexicano quedó sentado en un principio cabeza abajo dentro del "cockpit" de su coche, hasta que pudo salir ayudado por los asistentes del circuito.
"El auto colisionó en un ángulo muy desfavorable, por eso se dio la vuelta", explicó el piloto, que pudo regresar por su propio pie acompañado por un miembro de su equipo a la zona de boxes.
Pérez tuvo que someterse también a un examen médico obligatorio en el hospital del circuito.
Después de una larga interrupción, el entrenamiento se reanudó. Pérez ocupó el octavo lugar en la tabla de tiempos, en la que el mejor fue el británico Lewis Hamilton, actual campeón mundial y líder del campeonato.