Ciro Immobile fue el refuerzo elegido para reemplazar la salida de Carlos Bacca en el ataque sevillista. Pese a que el italiano era el primer objetivo para la delantera, el club también trató de negociar la llegada de Wissam Ben Yedder, el veloz y habilidoso atacante del Toulouse francés. Las altas pretensiones del club galo en lo económico fueron correspondidas con la huída del Sevilla en su interés, aunque varios elementos condicionaron una negociación llena de frenos.
El club nervionense llegó a ofrecer incluso ciertas cantidades en forma de pluses, pero en el Toulouse la confianza en las garantías de pago eran escasas. Algunos medios galos incluso afirman que los franceses motivaron su desconfianza en el mal recuerdo de la venta de Emana al Betis en 2008, cuando los pagos no se correspondieron a lo acordado en un principio.