El francés Jules Bianchi, que murió el viernes tras nueve meses en coma por un accidente de Fórmula 1, chocó con su cabeza a una fuerza brutal contra una grúa, según un informe de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Los datos muestran que el piloto de 25 años soportó fuerzas de 254 g en su impacto en el circuito de Suzuka, durante el Gran Premio de Japón. Eso supone 254 veces el peso de la cabeza con el casco.
"Es como si se hubiera dejado caer el coche al suelo desde una altura de 48 metros. Sin una zona de absorción de impactos", dijo Andy Mellor, experto en seguridad de la FIA, a la revista especializada "autor motor und sport" de hoy.
Según el informe, que todavía es provisional, Bianchi estrelló su Marussia, pese a que intentó frenar, a una velocidad de 126 kilómetros por hora y en un ángulo de 55 grados contra una grúa móvil que se utiliza para retirar bólidos averiados del circuito.
Las investigaciones de la FIFA concluyen que el coche del fallecido absorbió fuerzas de 58,8 g.
La revista explica que la federación determina los hechos a través del registro de datos que hace en unos 300 bólidos de carreras por todo el mundo, así como a través de los llamados "sensores g".
Estos últimos, que miden las fuerzas que actúan sobre la cabeza, están integrados desde 2014 en los tapones de los oídos de los pilotos.
"El chip está en la mayoría de los smartphones. Es del tamaño de medio grano de arroz y cuesta diez euros", explicó Mellor.